miércoles, noviembre 24, 2010

Es más, ni el pinche Jesús fingió su muerte antes de los treinta y tres

No es tan cierto, no tengo tantas ganas de morir, la neta. Quizá pueda estar un poco en un estado desganoso, pero nada tan grave que no se pueda arreglar con no sé, un tequilita, una cascarita de fut, un peli en el cine, una platicada con una chica preciosa y simpática, que las hay, eh. Es más, para que se vea y se note y se conste que a uno, en realidad, le encanta decir mamadas, pongo lo siguiente:

Qué cagadísimo se vuelve el mundo cuando lo toca México, cuando México toca una parte del mundo la vuelve a toda madre. ¿A poco no, perras? El único fuera de lugar desfavorable fue que le pusieron una ambientación musical cubano floridano gringoso, pero no hay pedo, ni que fuera para tanto una confusión cultural que no es tan enorme.

Y añado otro detallazo:

("Cuando se estrenó Ciudadano Kane, disparó nuestra imaginación", recordaba recientemente el histórico dibujante de Batman, Jerry Robinson. "Ahí en la pantalla, Orson Welles hacía el tipo de narración que queríamos volcar en el papel". Era una admiración abierta. "Nos emocionamos cuando oímos que a Orson Welles le encantaban los cómics y que le influyeran".)  

Lo saqué de un articulín, culín, culón de El País. A veces, cuando algunos gringos tocan el mundo, también lo pueden volver a toda madre.

 


viernes, noviembre 19, 2010

Y eso que no estoy bebiendo

¿Será que algún día escriba algo mejor que Beto Águila, Trolebús maravilla, Ojo deforme y El rinoceronte naranja? No lo sé, ojalá lo supiera, es más, todavía ni sé si ha valido la pena escribir lo que he hecho. Mientras tanto estoy engordando, envejeciendo, aburriéndome y trabajando arduamente para sacar algo de lana, sólo espero que no tenga que trabajar arduamente para sacar algo de lana durante el resto de mi vida.
Hace ocho años vivía en casa de mi padre con él y con mi hermano y me saldría de ahí pocos días después desilusionado, decepcionado, y a la vez lleno de esperanza y vida por delante. Iba a la universidad y escribía. Trabajaba todo el día, todos los días, de lunes a viernes, y domingos, a veces también en las noches, leyendo y analizando y escribiendo y corrigiendo y entendiendo todo lo que pudiera entender. Y los fines de semana había fiesta, mucha fiesta, a veces también entre semana.
Hace dieciseis años vivía con mi madre y con mi hermano en Mérida en una casa grande y colonial del centro histórico. Terminaba la secundaria en la escuela Modelo. En ese año me enamoré por tercera vez y lloré por tercera vez porque se me rompió el corazón por tercera vez. También me emborraché por primera vez y baile el gallinazo bien pedo en un antro playero de Chicxulub en las vacaciones de primavera, mejor conocidas como de semana santa. Recuerdo que me manché el pantalón de negro en la parte de las nalgas por la sucia loza blanca de la pista de baile.
Hace veinticuatro años vivía en un departamento en la calle Donatello en San José Mixcoac con mi madre y mi hermano, y poco antes también con mi padre. Mi padre iba por nosotros, nos despedíamos de mi madre en la puerta, salíamos del edificio y nos encaminábamos al metro Mixcoac para ir a algún lado, no sé, como al Burger Boy. Todo era muy desagradable.
Ahora vivo en Praga, soy escritor, gano dinero trabajando en un restaurante mexicano Las Adelitas, donde trabajo y convivo con paisanos con los que me divierto y a los que les escucho unas historias de vida aventuradas, complejas, raras, lunáticas, extrovertidas, frustradas, increíbles, tristes y fascinantes. Doy seis clases en una prepa praguense pública donde la subdirectora me transó una lana de mi sueldo, hablé con ella, me devolvieron la lana y hasta me subieron un poquito el sueldo. Todavía leo e incluso a veces me detengo frente a una hoja en blanco. Como se puede ver, no me queda mucho tiempo para escribir, pero para qué, nomás me enfrasco entre una historia y sus letras y ¡fum! me empieza a valer madres todo y me encontraré en la pobreza otra vez, no es que ahora sea rico, sólo que escribiendo no me alcanza ni para una tercera parte de lo que me alcanza ahora. Ahora puedo comprar un litro de un buen aceite de oliva al mes, por ejemplo, o un litro de un excelente tequila al bimestre, por otro ejemplo.
No tengo ni idea de dónde viviré ni qué haré dentro de ocho años, tendré treinta y nueve añotes, chale, me dan ganas de morir, la verdad, sin afán de dramatizar este humilde post, este humilde e inútil blog, esta humilde e inútil vida.

domingo, noviembre 14, 2010

Diagnóstico de la sociedad checa: realmente mediocre

Estoy entendiendo a los checos, los encuentro atrapados en una época y en un mundo diferente al que estamos gran parte del resto del planeta. Los encuentro cagados y conmovedores. Los encuentro ridículos y absurdos. Los encuentro aburridos y sin personalidad. Los encuentro en extremo envidiosos, lastimeros, mediocres y pueblerinos. Los encuentro profundamente ignorantes mezlcado con una arrogancia infantil asquerosa.
Algunas cosas de esta sociedad pueblerina y atrasada: las checas tienen que tener a huevo un novio, pero novio, novio, con el que vivan, y si no viven con él, convencerlo hasta desquiciarlo para que vivan juntos, y lo atiendan como amas de casa de los años cincuenta, ya tengan dieciseis años o setenta años. No viven solas o con rumis, viven con sus papás o con sus novios. Sufren si no tienen novio y les da una envidia endemoniada los noviecitos que caminan juntos en las vías públicas. Son lastimeras hasta su puta madre, tratan de hacer sentir mal a la otra persona a como dé lugar y de manera estúpida y, a veces, hasta sicótica (esta impresión la obtuve no sólo por observar y escuchar a esta gente boba y mensa, también porque mi madre y mi abuela son completamente checas mal pederas y arrogantes a lo pendejo y sicótico). Si se les dice a las checas, ay, qué guapa o eres hermosa o qué bonita, te responden con un aire de conocedoras de mundo algo así como, de seguro se lo dices a todas. Las checas dicen cosas como, sí, está ahí, bailando con la señorita; tienen esta manera de hablar de hace cincuenta años, no pueden decir baila con esa chava o con esa chica o con esa vieja porque no es decente hablar de esa manera. No pueden salir con un güey o no tener güey y salir con varios cuates y ligarse a uno que otro por ahí y salir con varios y esas prácticas de las sociedades contemporáneas que comenzaron desde hace cincuenta años porque tampoco son decentes. Hay un chingo de checas que dicen: no, una mujer no puede ser directora de una empresa o una institución o un organismo porque simplemente es mujer y no tiene la capacidad. Encuentro a un rechingueral de Madames Bovarys, pero un megarechingueral. Luego también tienen un mal gusto generalizado impresionante que se manifiesta con la ropa, decoraciones en el hogar, restaurante o empresa, en el interior de sus autos, en todo.
Uy, y luego los pocos que saben algo de humanidades, artes y ciencias, intelectualidades en general, se creen, en fin, el humano parido por la vagina de oro, el ser más especial del mundo y son más mediocres y/o amateurs que no sé, los artistines, intelectualuchos, academicuchos y funcionariuchos que trabajan en el FONCA o hasta los que se encuentran en lugares de provincia en México donde hay muchas mentes muy estrechas y arrogantemente deslúcidas y prepotentes.
Si una persona ajena a esta sociedad no llegara a entender a este grupo de pueblerinos mediocres no vaya a pensar que sea porque tuviera algo complejo, mágico o especial, no, será simplemente porque no entiende el idioma.
En resumidas cuentas, Praga me caga cada vez más. Pinche Praga pueblerina y jodida de mente y de actitud.
Recomendaciones en general: leer Madame Bovary de Flaubert, ya sea por primera o por segunda vez, no les haría nada mal, y echarse toda la serie de Mad men desde el principio y detenidamente, apreciar cada detalle y cada cambio de los personajes y tratar de entender por qué el cambio, aunque esto les obligue a ver cada capítulo diez veces o las que sean necesarias.

lunes, noviembre 08, 2010

Conquistando europa desde, dicen, su corazón

En la prepa preguense les puse a cada uno de mis seis grupos a los que les doy clases de español estos tres videos: (por el que se emocionaron mucho y hasta casi aplaudieron fue por el primero, o sea, el del Deefe. Por el segundo se sorprendieron risueñamente. Por el tercero se asombraron y se rieron.)



CD. DE MÉXICO, video documental from EARRANGOIZ on Vimeo.





Los Pikadientes De Caborca - Billy Jean