miércoles, enero 13, 2010

Ahora vivo en Praga

Pues sí, ni más ni menos que en Praga. Ahora neva un chingo y en diciembre sentí un menos dieciseis por primera vez en mi vida. Los dedos de los pies se me congelaron, no totalmente, pero sí lo suficiente para que sintiera un dolor particular, uno que nunca antes había sentido. Quizá viví uno parecido en las manos cuando le quitaba la escarcha al conge en el Deefe, pero no, no era igual.
Llevo tres meses en Praga y salgo a comer con mi abuelo muchas veces al mes. Me gusta. Busco chamba, el otro día fui a una entrevista y me atendió una mujer joven demasiado bonita, atractiva, agradable y amable para mí. Estaba perplejo. Pero me contuve y me porté como si estuviera acostumbrado a despertarme en la maňana y que al abrir la puerta del baňo estuviera una mujer como Angelina Jolie desnuda bajo la regadera y le dijera, ah, perdón, no escuché la regadera, sólo me lavo la cara y me salgo. Y cómo está tu gato, ya se le quitó su malestar. Sí, ya, gracias, me pasas la toalla. Claro, bueno, me voy a buscar trabajo. Adiós, Ruy. Nos vemos, Angi.
Por qué no, le podría decir Angi a mi rumi, o qué.
Así que me mandó a la verga amablemente la chica de la entrevista, me dijo que nel pastel, me levanté de la silla y me despedí como si me hubiera atendido una mujer normal para hacer una pinche entrevista de trabajo cualquiera. Todavía me preguntó de dónde era y cómo veía el asunto de buscar chamba en Praga, a diferencia de México. Y le dije que pos aquí era más agradable y casi evité mirarle el escote, pero no pude, ella lo notó y se apenó con una sonrisa discreta. De inmediato se puso seria y me tendió la mano. Hasta luego, me dijo. Hasta luego, respondí y me di la media vuelta y salí de la oficina por donde había entrado.

3 comentarios:

Prado dijo...

eso cambia mi perspectiva de las entrevistas de trabajo. Que estés bien, un abrazo.

El Mareo dijo...

Qué chingón, todo excelente hasta que le viste las chichis.

Un chorro de abrazos.

Amiguiz dijo...

Te extrañamos acá, Ruy. Sigo leyendo con atención tus historias.