Terminé la prepa en una escuela de esas que tienen primaria, secundaria y prepa. Se llamaba horrible, San Agustín. Escribían la (s) de (san) con mayúscula, me parecía de lo más estúpido y me sigue pareciendo. Y el santo me caía bien, era un borracho, cogelón, hijo de la chingada, bien chingón, luego se volvió santo. Ven, santo, se escribe normalemente con minúscula. El Agustino me sigue cayendo bien. Sólo estuve dos años en aquella escuelucha. Recuerdo a una maestra que nos dio a leer cosas como Cuauhtemoc Sánchez. Me encabroné mucho. Hablé con algunas personas, como el coordinador de la prepa y el director de la escuela. La colocaron de secretaria. A huevo, me había dicho.
Era un edificio largo, con dos patios, estaba frente al congreso yucateco en el centro de Mérida. Del congreso caían unas escaleras con escalones anchos donde nos sentábamos a la salida o en el descanso. Se supone que no debíamos salir antes de la última clase, pero yo sí podía. Pinches pendejos. ¿Por qué no puedo salir? Porque así es el reglamento. Hablé con el coordinador y lo arreglé. Me hice responsable de mí mismo. Digo, además pagaba, sólo faltaba que me trataran como a un retrasado mental, ya era el colmo con lo del Cuauhtemoc Sánchez.
Esto tiene unos ocho años. Era una escuela simplemente ridícula. Una escuela hecha para una provincia, un país donde hay muchísima gente que se conforma con estas educaciones. Los patios eran minúsculos, antes me parecían no tan pequeños, en el de atrás había dos o tres pisos de salones alrededor. Parecía una cárcel: los jovencitos parados junto a los barandales, donde apoyaban los antebrazos y mirando al patio aburridos y hartos.
Yo me sentía muy chingón por resolver lo de la maestra y lo de mi libre salida a la calle. Me creía con una lavia para convencer, conseguir lo que quería. Que era inteligente, argumentativo y toda la cosa. Pero, PERO, más bien era que el coordinador de la prepa me quería coger. Jajaja. Después, que pensaría mejor las cosas, recordé que me había platicado que se había cogido a quien sabe cuanto alumno, alumna y hasta mamás. Yo, chamaco apoyador de la diversidad y la libertad, pensaba, pus sí, ta bien, es muy su pedo, si así se divierte, pus qué.
Y sí, era muy su onda, pero no había vislumbrado el contexto oculto, la intención principal, el motor verdadero de las cosas.
Ruy Guka: .........
Ray Goko: y ni tan oculto. ¿Tú crees que ese ingrediente te ayuda, que es literatura?
Ruy Guka: ..... ¿Cómo?
Ray Goko: sí. Mmm, no te sientas mal, no seas debilucho. Esa mamada de "hay muchísima gente que se conforma..." ¿Qué es eso? ¿Qué mensaje es ese? ¿A quién quieres educar? ¿Crees que la gente es pendeja o qué?
Ruy Guka: oye, podemos hablar de esto después. ¿Por qué aquí? ¿Tú que quieres demostrar? ¿Que eres más chingón que yo o qué?
Ray Goko: !ntze¡ Ah, vete a la verga.
3 comentarios:
No debiste confiar en lo que decia tu cordinador, pues en muchos casos los maestros, cordiandores y mas personas encargados de la educacion se alucinan baratisimo.
Yo escuche las historias mas rarras de la boca de un par de maestros y no se diga de los cordinadores, puras mamadas hablaban, en realidad eso gueyes descompusieron mi imaginacion pues la llenaron de mierda con sus historias sexuales y demas.
saludos
Bastante mierdera ha de ser su vida de maestretes q por supuesto recurren a actividades extracurriculares como tener pensamientos perversos y sexosos.
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