El otro día Ruy Guka comió unos tacos de guisado. Bistec con papas y nopales en salsa de jitomate. Papa con longaniza. Había otros. No se le antojaron. Rellena. Molleja. Cuerito. Salchicha. Preguntó al taquero por la rellena. "Es rellena. Es sangre de cerdo. Es de lo que más sale. ¿Quiere una probadita?" "Bueno, sí, pero poquito." El aspecto del guisado negro no le convencía. Lo probó. No le gustó. Era un sabor raro, fuerte, algo desagradable, con un inevitable gusto a sangre coagulada. Mas sin embargo, como dicen los profes del residencial del ISSSTE, sugiere ser alimento para algún personaje del teatro de la crueldad.
Ruy Guka pagó 16 $ por dos de bistec y dos de longaniza con papa. Se llenó. Estaban ricos. La salsa verde buenísima.
Recordó, entre taco y taco, que una anciana le había platicado de la rellena describiéndola como "cochina rellena".
Y todavía, sentado en el trolebús, limpiándose con la lengua entre los dientes pellejos de tomate verde, nopal y jitomate, recordó que le había preguntado a la anciana. "¿Y la cochina de qué estaba rellena?" Ruy Guka la miró cómo se reía agachando la cabeza sin dejar salir una carcajada.
Siguió su camino satisfecho, junto a la ventana, mirando para fuera.
jueves, junio 07, 2007
Ñam Ñam
Publicadas por Ruy Guka a la/s 5:30 p.m.
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2 comentarios:
mronga/morcilla/rellena/ tiene un caracter mitico, solo por eso estaria dispuesto a fingir que me gusta.
ni la rellena ni la moronga me gustan. me dan asquito.
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