Desde las entrañas del distrito federal informo que tener a un artista en la familia es tan bueno como tener a un médico o a un abogado. Al artista se le puede consultar cosas de salud decorativa, de estética laboral, etc. De verdad. El ambiente en el que se habita lo influye a uno completamente: si el ambiente es tosco, superficial, violento o insensible a nuestro alrededor entonces la gente también lo seguirá siendo. Ahí entra la ayuda de ese integrante de la familia que tiene elementos para lograr que el ambiente tenga una lógica estética inteligente y bella.
A lo mejor al jefe de familia a algún otro integrante más lejano le gustaría adquirir una pintura o escultura en algún jardín de arte o en una galería o en internet y el artista primo o hija o sobrino o nieta puede ayudar eficazmente tanto en la selección como en el precio de la pieza, porque como en todo, si alguien no sabe bien como son los valores estéticos de una pieza pues le pueden robar una lana.
También se puede aprovechar al artista muy bien en el caso, por más mínimo que sea, como en el hecho de hacer una cortina. Se acerca uno al artista que puede enriquecer la imaginación de la familia dando opciones de telas, colores, formas y materiales decorativos extras. En ropa. En diseño de muebles.
Esto ocasionaría una relación saludable entre los integrantes de la familia, además de apoyar los unos al artista y el artista a los otros.
jueves, mayo 11, 2006
Ambiente artístico
Publicadas por Ruy Guka a la/s 2:07 p.m.
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1 comentario:
Jajajajaja... buenisimo!
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