martes, abril 26, 2011

Nostalgiosis

Estoy nostálgico y sentimental. Muchos recuerdos me vienen de la memoria. No sé qué chingados hago en Praga, la neta, eso me es evidente, y el hecho de de que me iré a vivir a Barcelona me pone nostálgico. Ahora estoy sentado en la ventana de mi cuarto mirando hacia la calle Perlova, la que hace quince años era la calle de las putas, así como Sullivan o Insurgentes y Nuevo León. Y sentado entre este marco con doble ventana me vienen imágenes de cuando vivía en Mérida, de cuando tenía entre dieciseis y veinte años, de cuando estaba en la playa con mis cuates, de cuando me la pasaba igual con mis cuates en mi cuarto con un balcón grande donde nos divertíamos de lo lindo. De cuando fumaba mota y todo estaba chido, de cuando vivía en el Deefe, en la Condesa, en Tlalnepantla, en la Escandón, en las fiestas, en los bares, con mis cuates de entonces, de todo. De mis lecturas, de los ácidos, de la coca, del alcohol, de la nicotina, de los momentos íntimos con todo tipo de chicas cuando tenía entre veintitres y veintinueve años.
Recuerdo cuando manejé el auto de una novia cuando tenía diecisiete junto con mi chica y unos cuatro cuates, rodeé una glorieta como cinco veces escuchando alguna música clásica a todo volumen bien pedos todos y pachecos sin que hubiera pasado nada malo, íbamos todavía a recoger a otro cuate a su casa, en Mérida, en la colonia García Ginerés.
Recuerdo... Chale, son tantos recuerdos que ahora estoy nostálgico. Ahora tengo que ir a hacer popó :)

martes, abril 19, 2011

Jarabe de vainilla en venta

Estoy pensando seriamente en vender mi esperma a una clínica donde embarazan mujeres sin la vulgar necesidad de introducir un pene en su útero y frotarlo hasta que el esperma salga disparado. Me darían mil coronas por chaqueta y serían unas diez chaquetas. En total serían unas diez mil coronas, o sea, unos siete mil quinientos pesos, o sea, unos seiscientos ciencuenta dólares. Pero para esto antes deberé darles una chaqueta gratis para que examinen mi elíxir y ver si les parece lo suficientemente fuerte como para aguantar una era de hielo y luego engendrar un nuevo homo pendejiens.

lunes, abril 04, 2011

Una nueva

El sábado me mudé al centro de Praga, en la calle Perlova. La ubicación es excelente, salgo a la calle y estoy a una cuadra de la plaza de Wenceslao, a una cuadra de un mercadito sobre ruedas donde venden frutas y verduras frescas, tengo a un paso como cinco opciones de espressos y lattes de a montón, tengo dos súperes a la vuelta, un cine, carnicería y una librería donde venden libros en español. La ubicación está a todísima madre.
Ahora vivo en un departamento con tres recámaras, una sala y su cocinita. Lo comparto con dos güeyes mexicanos, uno bien chido y el otro no sé, no lo conozco bien. En la sala hay una tele de pantalla plana enorme con cable y conectado a un xbox. También hay una torre con un chingo de películas, de las cuales me gustaría ver algunas.
Ahorita me voy a preparar un pollito con verduras compradas en el mercadito y luego me voy a comprar un cafecito abajo en la calle y luego me voy a la librería a ver qué libros hay en español. Un cuate, Pedro, me dijo que incluso vio que había novelas traducidas al español como alguna de Philip Roth. Chido, ¿no?