domingo, febrero 21, 2010

Una palomita a quien una palomita se merece

Otro video, uno de la riquísima Gloria Trevi, bueno, de la que era. Pero el caso es que casi casi se le ve el pubis, mmmm, qué sabroso, yo me comería lentamente, o como a ella más le hubiera gustado, su seguramente rica y jugosa puchita, ňam, ňam. Pues sí, el que hambre tiene en pan piensa y yo estoy en hambruna, a punto de morir. Una palomita para Gloria Trevi porque fue una revolucionaria contra la mediocridad mexicana manifestada básicamente en la tele comercial, en la política tercermundista, en la doble moral religiosa y en la abyecta vida académica, desde la primaria hasta los doctorados; y aunque quizá la Trevi no se hubiera impuesto revolucionar contra estos pilares de la mediocridad mexicana. Para todos ustedes Una papa sin catsup!!!



(Ahorita se levantó Ruy de la compu y se fue al baňo a cagar o a masturbarse a la tina, no sé, o a dormir el pinche huevón, es la una de la tarde, o a ver qué come el pinche gordo, el caso es que no me importa a qué, yo nomás aprovecho para colarme en su pinche blog criticón que nadie lee, jajaja, salvo algunos cuates o visitadores suyos que están igual de chafas o pendejos que él, pus sí, si no no entrarían a su blog y están también los que entran por error mediante el buscador de google, los cuales son un chingo y se salen en menos de un segundo, esto lo sé porque el pendejo entra a cada hora al google analytic para comprobar por millonésima vez lo que acabo de decir. Yo entro a donde vive en este momento por la puerta, detrás suyo, como en una película creo que coreana, donde un tipo está detrás de una tipa todo el tiempo y ella nunca lo ve hasta depués cuando él se deja ver, bueno, pues así entré a su vida y así es como estoy aquí de colado escribiendo estas madres. Pero aquí no estamos en una historia de amor como en la peli, aquí más bien es una historia de vaciedad. Hablando de vacíos, pobrecito Ruy Guka, publicó su libro de cuentos en blogger porque nadie lo quiso publicar y seguramente no se atrevió a publicarlo en Kindle porque pensó que no vendería ni diez ejemplares, jajaj, pobre infeliz, sí, no ha de ser feliz; y se comprueba lo que digo porque a nadie le interesa su libro de cuentos, además es un huevón y mal escritor, si es que se le puede llamar escritor porque el que es escritor es el que escribe todo el tiempo y el que sale a la calle a vivir experiencias, anécdotas, jajaja, no el que dice que lee todo el tiempo y que escribe unos cuantos cuentos pendejos, jajaj. Ruy: seguramente después de leer esto me querrás cachar volteando para atrás y descubrirme y luego tal vez intentar romperme la madre o algo por el estilo, pero antes de que lo intentes e incluso antes de que te vuelvas loquito volteando a cada rato esperando verme y que nunca veas a nadie, te digo que mejor te relajes porque nunca me podrás cachar, nunca, y bueno, tendrás que aguantar castigo. Ya dije demasiado y sólo quería decir: Ruy Guka: chinga tu madre! -no lo puedo creer, esta pinche compu no tiene ni el primer signo de admiración y, a ver, tampoco el de interrogación- Jajaja, vete a la verga! Pero la neta, a mí sí me gustan tus cuentos y me parece bien que mandes a la verga a todos, jajaj, vete a la verga! Ya te chingaste tu solito, siempre serás pobre, jajaja. Pero, a ver, esperen, qué chingados es esto, en el escritorio de la compu, un documento de word, lo abro, se abre, muy lentamente porque la pinche compu que usa el pobre Guka está de la chingada, es del aňo del caldo y no es Mac, es de la otra compaňía vulgar, tiene windows 98, jajaj, cómo me estoy divirtiendo, jajaj, ya, vaya, ya se abrió, por un momento pensé que nunca pasaría, órale, qué mierdas es esto, no lo puedo creer, una pinche novela, noooo! Una pinche novela, jajaj, qué loco, a ver, de cuántas páginas, de diez, aaahhh, no es cierto, parece que de unas sesenta o setenta, no sé, parece que no está terminada, quién sabe qué pedo, igual y ni la termina nunca, y eso que es una pinche novelita corta o por lo menos eso parece por lo que puedo ver. Bueno, ahora sí ya dije demasiado. Ruy: chinga tu madre! Firma: tu pesadilla, Ray Goko.)

martes, febrero 16, 2010

Oye

Otro video más y quizá ya el último mientras digo que el otro día caminaba por la calle y un güey me detuvo, me habló. Yo iba sin mirar a nadie, como normalmente va uno, pensando en cualquier cosa o en nada, cuando alguien me tocó la espalda y me llamó por mi nombre. Me saqué mucho de onda, pero me dije, bueno, Praga no es una ciudad tan grande, quizá del tamaňo de Mérida, y en Mérida, cuando vivía ahí, me encontraba a cada rato a algún cuate en la calle. Me dije rápido cuando ya tenía frente a mí al güey este que se me hizo familiar, pero no, nada, no lo reconocía. Era un tipo alto, ojeroso y me miraba de una manera extraňa, como entre amistosa, pensativa, casi como si estuviera a punto de sonreír, pero sin que se pudiera saber qué haría o qué diría.

El tipo raro: Ruy?
Yo: eso depende.
El tipo raro: de qué?
Yo: de quién seas y qué quieras -nos mirábamos retadoramente.
El tipo raro: eres Ruy Guka o no?
Yo: sí, soy yo. Cómo te llamas? Supongo que eres de México, no? Qué haces aquí?
El tipo raro: soy Ray Goko... Oye, tienes abajo la bragueta.
Yo: no! Ray Goko? Neta está abajo mi bragueta?
Ray Goko: muac!! -hizo mientras me bajó por los chescos.

Me fui. Pinche Ray Goko, ya vino a chingar otra vez, espero que sea menos irreverente que antes. Alcancé a escuchar una risa maliciosamente divertida y volteé a verlo pero ya no estaba.

domingo, febrero 14, 2010

Tan tán

Otro videoclip. Éste no lo conocía, lo vi en el blog de Luz y me gustó a lot.
Y aprovecho este día y este espacio para mandarle un fuerte abrazo a mi hermanito Kostia que es un chingón y decirle que lo quiero mucho.
El amor es bueno, según expertos, yo no sé, apenas tengo treinta aňos.

sábado, febrero 13, 2010

Y entre todo se recordó y se lamentó el caso Cabaňas y las miles de muertes de Juárez

Ya parezco escritor, carajo, porque escribo mucho, por lo menos aquí en este pinche blog. Ayer fui a jugar fut a una cancha techada y con calefacción. Había duela o un material amable como la madera cubierto con pintura antiderrapante. Ah, pero antes que nada quiero dedicar un siguiente video (ya me gustó poner los pinches videos, sí, bueno) a todos mis primos y a mis primas porque son unos chingones. De paso también se lo dedico a mis amigos y a mis conocidos porque también son unos chingones. También a mis tíos y a mis tías. En especial a mi abuelo y a mi tía maternos. Y por embarradita también se lo dedico a todo mundo porque seguramente también son unos chingones. Lo digo con toda sinceridad, sin afán de provocar a nadie ni de llamar la atención de nadie. Y pongo este video con esta rola porque mi primo Argel me la recordó al mandarme otro video del mismo grupo. También se lo dedico a Luz que trabaja ahora de productora en un programa de radio bien chingón.
Bueno, prosigo, jugué fut con un grupo como de diecisiete personas que eran muchos de México, algunos checos, un argentino, un panameňo, un espaňol, un paraguayo, un peruano, entre otros. Me divertí mucho, corrí un chingo, me cansé, el aire estaba pesado y olía mucho a sudor y a un hedor pulmonar ácido y desagradable que los humanos exhalan cuando están en un lugar muy frío. Ahora me duele bien cabrón el cuerpo. Jugué chingón, la neta, jugué mejor que cuando jugaba en la alberca olímpica con el Guti y todavía mucho mejor que cuando jugaba en Villa olímpica con otros amiguitos. En ambos equipos se llegaba a jugar, no siempre y no todos, crudo, pedo, coco, traca, ácido, o bien dormido y sobrio, pero con un toque en el estacionamiento, jajaj, qué chingón. Después de los varios partidos de ayer que duraban ocho minutos cada uno y que el equipo que abandonaba la cancha era el perdedor o el que ya llevaba dos partidos seguidos en la cancha, o sea, el súperganador, porque pus no se puede ganar siempre, como lo enseňa la vida misma, aaayy, güeeey, nos fuimos unos cuantos a un restaurantito chino a tomar unas chelas y a platicar y a reírnos. Estábamos en una mesa larga cinco mexicanos, un paraguayo, un panameňo, un espaňol y un argentino. Algunos pidieron también de comer y entre ellos un mexicano que preguntó: pica esta pinche salsa? Mientras destapaba un botecito de vidrio que tenía una cuchara minúscula. Otro güey y yo le dijimos, sí, cabrón, ta buena, pica un chingo y la chingada, pero al güey le valió madres y casi se acaba la salsita que era muy parecida a la de los chinos en el Deefe. Seguimos platicando cuando a los diez minutos todos empezamos a cagarnos de la risa porque el güey de la salsa estaba llorando y sudando, con los ojos desorbitados. Te lo dijimos, pendejo, te lo dijimos, güey, boludo, gilipollas, ya ves, por pinche necio, cabrón, por incrédulo te pasa, le dijimos entre todos mientras soltábamos las risotadas.

jueves, febrero 11, 2010

Hombre vaca

Ahora pongo otro video que es de un grupo alemán medio teto que se llama Trio y que hizo una rola que me gusta mucho y un videoclip recagado en el ochenta y dos y que rescató con buen tino Molotov para que la escuchen si es que a alguien se le diera la gana hacerlo mientras escribo mis pendejadas a mis maneras.

Ahora ejercito el brazo izquierdo, llega a ser desesperante porque no tengo la agilidad necesaria, mi mano no sabe cómo aprovechar los movimientos secretos y los puntos secretos que hacen estallar los fuegos pirotécnicos. Pero con paciencia, perseverancia, con esfuerzo, trabajo diario, consistencia, madrugando, con voluntad y disciplina lograré emparejar la situación.

Anoche me detuve a pensar en el significado literal de cowboy. Es hombre vaca, un hombre que cuida vacas, me imaginé a un hombre vaca y ninguna imagen resultó ser nada parecido a algo así como el hombre araňa. Cowboy es algo muy cabrón, un pinche héroe recabrón, un cabrón que manda de verdad a rechingar a su reputísima madre a todos los que él considera propios de mandarse a chingar a su madre. El sinónimo de cowboy, el cabrón, es charro y el sinónimo de cowboy, el literal, es vaquero, o sea, el que cuida vacas. Un hombre vaca, cowboy, un vaquero, me suena a eso, al que sólo podría cuidar los animales de una granja o un rancho y vivir modestamente y pensar modestamente y tener ambiciones modestas y ser una buena persona, amable y comprensiva. Qué bonito y qué descansado es ser como un cowboy, como un vaquero.


domingo, febrero 07, 2010

Ineptitud

Nunca pongo videos, pero últimamente he escuchado mucho esta rola y a este grupo en general. No sé por qué lo hago, es así nomás, pero me gusta mucho The rapture, la verdá. Les sugiero ponerle plei y subirle al volumen inconsiderablemente medio o alto mientras les digo que hace dos meses vi Anticristo de Lars von Trier y la neta es que qué fina y qué chingona película, así tan finolis y tan chingonis como Lake Tahoe de Fernando Eimbcke. Me pone contento poder ver, sentir y escuchar este tipo de trabajos, muy contento. Además de todo, ahora mi lectura en la sección de transportes, básicamente del metro, es La isla del tesoro de Stevenson y, bueno, qué otro elemento se le puede aňadir al conjunto. Qué más les puedo decir, acabo de descubrir que mi antebrazo derecho está más fuerte que el izquierdo, y la verdad, para qué guardarse estas intimidades, es que estoy más turbado que nunca, llevo cuatro meses en Praga y todavía ni siquiera he besado a una de estas mujeres tan requeterebonitas a las que les brillan los ojos cuando te reflejas en ellos y que parece que te van a besar con suavidad y dulzura en cualquier momento. Carajo, veo, se siente, noto, se palpita, casi toco, casi, carajo, un erotismo tan libre y, aparentemente, tan inocente. Y sí, creo que sí, es inocente, porque aquí la mayoría dicen que son ateos. El otro día me pasó algo raro. En la clase de checo de la maňana faltó la maestra de siempre y la reemplazó otra. Durante toda la clase mantuve un fuerte contacto visual con la suplente, una mujer no muy atractiva de cara, pero que tenía una excelentísima figura. Nos mirábamos tanto que ella llegó a ignorar al resto de la clase y que pareció que nos lanzaríamos uno al otro, ahí, en medio del salón alfombrado. Ella llegó incluso a acariciarse el abdomen, casi se tocó el principio de uno de sus senos, lo hizo rápido y con poca discreción, y luego, mientras nos seguíamos viendo, ella adelantó un poco la cabeza y sacó la lengua como si fuera a lamer la punta de mi verga, que por cierto comenzaba a endurecerse y tenía miedo que se notara, pero no, la controlé bien, así sacó la lengua, con tanto descaro que la francesa, sentada junto a mí, la miró con extraňeza y luego volteó a verme a mí y así lo hizo dos veces más hasta que la maestra suplente regresó a su estado normal y prosiguió con la clase. Estuvo muy caliente el asunto. Y me porté tímido, con todo y lo descrito, no sé qué me pasó, qué me pasa en general, creo que soy cobarde o, mmm, no sé qué pensar, quizá sólo me intimida tanto una mujer desconocida, hermosa, inteligente, erótica, con buen cuerpo, bonita, preciosa que no soy capaz de hacer o decir algo, sólo puedo cuando estoy ebrio hago lo que debe hacerse, tomarlas de la cintura y besarlas o intentar besarlas. Para colmo, cuando terminó la clase, fuera del salón, yo ya iba a la mitad de una sala larga que sirve como recepción con un escritorio donde se sienta una secretaria peliroja, joven y guapa, y donde también hay sillones y sofás para que se sienten los alumnos a esperar a Godot, y me gritó por mi nombre la suplente desde el fondo de la sala, bajo el marco de la puerta que da al salón para que le firmara un papel, una lista o no sé qué, mientras le firmaba el papel noté un leve contoneo de su cadera hacia mí, sutil, muy leve, quizá y ni hizo nada, pero el caso es que le devolví la hoja, la pluma y me fui. Cuando salí del edificio casi me arranco el pelo por pendejo. Y eso no es todo. A la siguiente clase la vi en la sala larga, junto al escritorio, platicando con la peliroja joven y guapa, las vi a las dos y me hice chiquito, las saludé y pasé junto a ellas como un renacuajo insignificante mientras ellas me devolvieron el saludo y una sonrisa y una mirada, qué miradas, puta madre. A la siguiente clase ya no la vi, justo cuando estaba determinado a hablarle e invitarla a un vinito o un tesito o a algo. Entonces le pedí su mail a la maestra de fijo, qué tonto fui, pero me sentí orgulloso por atreverme a pedir su mail, aunque se lo haya pedido a la otra maestra. Y que le escribo un mail, le pregunté sin preámbulo: quieres tomar un vinito blanco conmigo? No, no puedo, me respondió. Carajo. Me sentí y me siento el hombre más inepto del mundo.