viernes, agosto 15, 2008

Limpieza

A ver, conpermiso, sí, gracias por dejarme pasar, no soy aracnofóbica, pero las telarañas no me gustan cuando me rozan la piel de la cara. Sí, mejor váyanse, no pueden ocupar este espacio que parece vacío e inutilizado, vayan a construir otras casitas a otros rincones bonitos, que aquí se le pondrá aceite a todos los tornillos que hagan falta, aunque digan que no los hay, jiji, aajy, dios mío, que buenas bromas me alcanzo. Muevan sus ocho patas peludas, y ustedes también, las de patas lampiñas, venga, eso, un, dos, un, dos. Qué hermosas criaturas, lástima que se tengan que marchar, preciosas. Muy bien. Ni me miren con esos ojos caídos de perro chillón, este espacio no es para construir telarañas, aunque simulara, quizá, a veces, ello, por lo que me han dicho, porque yo, de primera mano, no lo sé, siempre tengo muchísimo trabajo y no tengo mucho tiempo de leer. Debo ayudarle a mi hija que tuvo una bebita hace poco y su marido, bueno, todavía no se casan, pero viven muy juntitos en el otro cuarto de mi lindo departamentito, su casa; su hombre, ni tan hombre, no consigue trabajo o por lo menos eso dice el holgazán. Aajy, no quiero importunarlos con estas cosas de mi vida.
Uy, lindas y maravillosas, gracias por irse arañitas. Bueno, ya está. Ahora a sacudir el polvo, echar líquido limpiavidrios en un trapo y hacer que rechine la pantalla -si se siguiera viendo sucio, es tu pantalla, no esta bitácora, ¿eh?-. Lo más laborioso de todo esto es que debo limpiar cada letrita verde de abajo, qué lata, no es que me queja, es sólo que me duelen un poco las rodillas. Aajy, pobre de mí...
Ya quedó, tan limpio como en su casa. Faltarían unas flores en un jarrón, pero eso ya no es de mi incumbencia. El señor Guka quedará encantado y el señor Goko, según entiendo estará por aquí, también.

Doña Gertrudis

No hay comentarios.: