martes, agosto 28, 2007

Sin que nadie cante

La hormiga caminó por el pasillo. El techo era demasiado alto, parecía un cielo triste y oscuro. Las paredes a los costados la miraban con nostalgia. El foco en lo alto del pasillo, apagado, fundido, sonrió por su agonía. El suelo plano, limpio, sin una mínima brisa. La hormiga, desesperada, notó cómo se alargaba el pasillo tendido hacia la eternidad. La vista, ya opaca. Arrastró sus patas blindadas. Todo su cuerpo era blindado, pero sólo por fuera. Por dentro, el veneno hacía su efecto mortal.

3 comentarios:

CROISSANT AU CHOCOLAT dijo...

El veneno mata y cura ,es algo así como el amor.
Te paso una receta:
“ Yogi Bajhan ha dicho sobre esta bebida: "La bebo cada mañana, en la leche, calentamos cebolla, ajo, jengibre y cúrcuma por la noche, a fuego lento y por la mañana me bebo un vaso. En unos minutos sentirás un cambio. ¿Sabes cómo te sientes? Como si te hubieran salido alas. Así es como te sientes. Ha llegado la hora de que cuides de ti mismo. Los costes médicos son tan caros que no quieres ponerte enfermo. Este tipo de recetas son preventivas. Son realmente muy buenas recetas." ”

Ingredientes

* 1 cebolla mediana
* 1-3 pulgadas de jengibre, pelado y cortado en trocitos pequeños
* ½ cabeza de ajo, pelado
* 1 litro de leche de soja
* 1 cucharada de cúrcuma (azafrán de la India)

Preparación

1. Corta la cebolla en cachitos, pela y corta el jengibre y pela el ajo. Ponlos en una olla a presión con la leche de soja. Llévalo a presión completa durante 5 minutos. Deja enfriar la olla a presión y cuela la leche y la viertes en una cacerola.
2. Hiérvela a fuego lento la leche durante 15 minutos. Cuela y sirve.
3. Si no tienes una olla a presión, lo mismo puedes hacerlo en una olla durante la noche. Añade algo más de agua y pon a calentar a fuego lento. Por la mañana, cuela y sírvelo.

MACARIO dijo...

nice

Silencio dijo...

Yo prefería aplicar esa donde la hormiga blindada era achicharrada, así el resto de hormigas blindadas entendieron que no tenían nada que hacer dentro de mi casa. Solo necesitaban un poco de educación, no veneno. Me gustó su texto.