domingo, abril 23, 2006

De hueva todo esto

Esta semana la empecé con dos clases en la universidad a la que me inscribí hace cuatro años y a la que seguiré yendo, si es que quiero terminarla, otros dos o tres años. Que terrible.
Por si fuera poco mi estúpido negocito de comida a domicilio no ha dado nada de dada, debería hacer un dadá de estos años, pero para eso necesito más agallas que el abundante desgane dentro de mí para hacer las cosas. Para vivir de mi escritura: conseguir contactos y no dejar de escribir ni un segundo. Para terminar la maldita universidad: ir a clases, hacer trabajos, opinar en clase, hablar con los profes y certificar las materias. Y si pudiera vivir de mi escritura entonces ya no trataría de hacer la mierda de mi negocito. Siendo lo contrario; hacer que mi negocito funcionara ay maomenos pa vivir: hacerle una barata, pero bonita publicidad, mucha, buscar clientes.
De hueva todo esto.
No he platicado esto, ahí les va. Estoy en la universidad que abrió el peje hace cinco años, en una carrera llamada creación literaria, ¿qué tal? Suena bien, ¿no? Pero pus la neta, ay puro pinche enclenque de profes en mi carrera, las otras no sé, pero en la mía está muy pero muy cabrón el pedo. Ahora ya no está tan de la verga porque entraron Hugo Iriart y Mónica Lavín a dar clases y son mucho más inteligentes que el enclencado que ha habido desde el principio. Chale, de la verga, es un grupito mediocre hasta la médula, pero que defienden el puesto a capa y espada, además de que han de tener o tenían algún contacto muy cabrón porque no entiendo que hacían estas inútiles pendejas tanto tiempo sin que las pusieran en su lugar. Al principio de todo esto estaban Ethel Krauze y Pedro Reygadas que eran mejores y más inteligentes que el grupito. Obviamente el grupito no era tan pendejo como para darse cuenta de que esas dos personas eran mil veces más chingonas que ellos mismos y lograron no sé cómo imponerse ante decisiones en los detalles de la carrera apenas formándose y esas dos personas se salieron, de plano, de la universidad y se fueron a trabajar a otro lado. Que pena, que verdadera pena. Ojalá y no pase lo mismo con Iriart y Lavín.
Seguiré informando de este episodio lleno de detalles que se repiten en todos los ámbitos organizacionales por todo el país.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

pobre

Anónimo dijo...

oye necesito que me des informacion del maestro Iriart voy a tomar un curso con el y no saben nada de el aca en mi rancho
davidramser@hotmail.com