martes, marzo 07, 2006

Nos creíamos los dioses del mundo

Muy buenas las tenga nuestra luna preciosa que todavía existe a las primeras horas del día. Muy buenas las tenga la planta que está colgada a mi ventana, que con la primera luz sus hojas bicoloras hermosean el marco.
Bueno, ya, mamadas al chato. Como cuando decíamos en la prepa unos cuates y yo. La neta es que yo le agarré el sentido a esa frase uno o dos años después de oírselas a ellos. Me atreví a utilizarla algunas veces, pero en vez de producir el efecto deseado, más bien me miraban con extrañeza y además me la revertían.
La prepa cabrona. Nos creíamos los dioses del mundo. Unos chamacos que conseguíamos y disfrutábamos lo que quisiéramos. Mota, alcohol, pastas, coca, cigarros, playa, mujeres, fiestas, etc. En realidad no íbamos a la prepa, hacíamos como que. Yo la terminé en cinco años. Creo que alguno de nosotros no la terminó. Nos respetaban cuando decíamos que el sistema escolar no servía para un carajo. La neta es que era cierto. También teníamos dónde consumir toda la lista mencionada anteriormente: en mi casa. Yo tenía una madre, a la vista de todos, bien buena onda, pero a una vista más de cerca de alguien, digamos como mi padre, diría que está loca; en realidad hay que aceptar las dos y añadir que mi madre es checa y la madre checa es distinta a las demás, digo, cada país tiene una madre distinta. Y aunque digan que méxico no tenga madre, sí la tiene y bien edípica.
La madre checa en general conoce la obra de Edipo y muchas otras cosas más. Obviamente se portará muy distinto una madre checa a una mexicana y más aún a una yucateca. Porque yo crecí en yucatán, todo esto pasó ahí.
Cuando íbamos a la checoslovaquia de hace años y a la República Checa de ahora mi madre se juntaba con madres más raras que las madres convencionales checas, que en general son raras para las ignorantotas y sin vida propia de las mexicanotas; estas madres raras eran así porque eran doctoras en sicología y siquiatría experimental. ¡Imagínense, carajo! Mi madre las escuchaba y a lo mejor como que las trataba de imitar o aprender de ellas. Sea lo que sea, mis cuates y yo obtuvimos el paraíso adolescente en la casa de mi madre: drogas, alcohol, mujeres, fiesta y música.
Para finalizar con un final clásico terminemos con el principio. Muy buenas las tengas tú que no veo tu rostro, pero sé que te asomas por aquí y sientes mi mirada en tus pensamientos.

5 comentarios:

Lonely Anima dijo...

Muy Buenas Las Tengas Tambien, Soy uno de los que se asoma, puesto que tus relatos son muy interesantes.

- Lonely_Anima -

Anónimo dijo...

Hola niño, yo tambien algo lenta para venir pero aqui me tienes

Saluditos

Anónimo dijo...

Yo la neta si las tengo muy buenas... jajajaja

Anónimo dijo...

oye queremos mas poooooooooosssssssssstttttt

Anónimo dijo...

Estoy diacuerdo, quiero leerte más.
luzinko