miércoles, diciembre 30, 2009

sábado, diciembre 12, 2009

Al final de mis veinte. Parte IX

Llegué al Le bisné a las ocho de la maňana. Era un martes de principios de julio cuando subí la reja café y encendí el switch para prender las compus. Pasé por el primer cuadro donde estaban las cinco máquinas dispuestas al cliente y me senté en el escritorio frente a la ebook en el segundo cuadro, donde también tomábamos las fotos oficiales. No había puerta de vidrio ni nada que dividiera el negocio de la banqueta, daba un paso y estaba junto a una de las compus en renta, daba otro paso y chocaba con alguien que caminara rápido por la banqueta. A dos metros de esta división inexistente estaba sentado en el escritorio. A las ocho y media entró un cliente que se sentó frente a una de las máquinas. A las ocho cuarenta entró otro cliente y preguntó por unas fotos y por otras fotos y se confundía en las medidas de las fotos que quería, un poco raro el tipo, para que luego dijera que regresaría al rato a sacarse unas pasaporte. Me puse contento, eran las ocho cuarenta y ya empezaba el movimiento. Semanas antes se abría más tarde, pero como estábamos cortos de varo le dije a Luz que abriéramos más temprano, a las nueve, va, dijo, luego empecé a abrir a las ocho, ocho y media, todavía una semana antes de aquella maňana. A las nueve y diez regresó el tipo que había preguntado por las fotos pasaporte y le sonreí. Él me vio un poco sorprendido y casi casi me indicó con la cabeza para que viera abajo, bajé la mirada y a la altura de su estómago sostenía una pistola, y la movió unas tres veces indicándome que me hiciera para atrás. No lo podía creer, cerré los ojos pensando que cuando los abriría no tendría ninguna pistola y me sonreiría y me diría que quería las pasaporte, pero no, mantenía el arma y noté que se empezaba a inquietar un poco, todavía imaginé a cuarenta y ocho por segundo cómo me levanté y le agarré la mano con la que sostenía la pistola y traté de liquidarlo, pero él se me adelantó y me apuntó el muslo, me dijo que no fuera pendejo, que me metería una bala en la pierna y que me fuera para atrás. Visualizé a detalle la bala dentro y con sangre en mi pantalón, así que me levanté resignado e hice lo que me indicó. Atrasito había una bodega y me dijo que me metiera ahí y que no hiciera ruido ni que me asomara. Escuché y vi de reojo a otros dos tipos que no había visto y pensé en que qué bueno que no hice nada, los otros dos estaban en la banqueta, junto a la entrada echando aguas y me hubieran dado una madriza de aquellas con las costillas rotas y la cabeza descalabrada o di plein me hubieran matado los hijos de su pendeja madre. Al cliente que había entrado en un principio lo metieron también a la bodeguita y le quitaron la cartera, el reloj y su celular. Los asaltantes tiraron todo, buscaban dinero, pero sólo había unas monedas para dar cambio, me gritaron que dónde estaba el dinero y les dije que era muy temprano y que no había entrado nada. Quisieron llevarse la ebook que estaba con un candado largo tipo de los que hay en las tiendas de computación y no la pudieron sacar. Me gritaron que dónde estaba la pinche llave, les dije que la tenía la dueňa, hice énfasis en "la dueňa" para darle credibilidad a lo que les decía. Yo tenía la llave. Ay, sí, qué chingón soy. Bueno, y entonces arrancaron una tabla del escritorio para llevarse la compu con todo y el candado, y una tabla como de medio de metro de largo y treinta centímetros de ancho. También se llevaron la cámara con la que tomábamos las fotos. Quisieron llevarse mi cartera y mi celular, pero por suerte siempre que llegaba lo metía en un cajón de una cajonera que, por cierto, los pendejos no revisaron. Creo que estaban nerviosos, se veían muy pendejos, como piedrozos tarados, pero con un arma y con ganas de chingar, y sí que me chingaron, nos chingaron, la vida, el bisne. Luego ya se fueron corriendo y caminando según la seňora de la tienda de abarrotes de a lado, caminando, es el colmo. Se supone que estos criminales pendejos eran nuestros vecinos, de la misma Roma sur o de la Doctores que estaba a una cuadra del bisne Le bisné. Esto fue el colmo de las razones por las cuales me fui a San Cristóbal de las Casas.

viernes, diciembre 04, 2009

Al final de mis veinte. Parte VIII

Cuando leo FONCA lo que leo no es FONCA, en su lugar leo MIERDA. Como todos saben, FONCA significa por sus siglas Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, pero en realidad debería llamarse por sus siglas ocultas Fondo Nacional para el Pasatiempo Cultural y Artístico del Cuňado, Tutoreado, Primo, Alumno, Amante y Sobornador del Jurado y sus Trabajadores. Neta qué asco y qué decepcionante organismo público nacional. Iaj, fuchi, guácala. Incluso comenzaron a festejar los veinte aňos de su creación y de su uso familiar. A mediados del 2009, por sexta vez o séptima, ya ni me acuerdo, recibí un resultado negativo en el FONCA y en otros resultados convocados por otros organismos e instituciones. Nunca he ganado nada y creo que nunca lo haré y creo que ya me vale completamente verga, me valen verga los concursos, los premios, las becas, la gente que trabaja en las editoriales, en las universidades, en las instituciones culturales, y me vale verga escribir esto. Entre mayo y agosto me cayeron como baldes de agua helada varios resultados, varias negativas de chamba, varias desilusiones, más el acumulado de fracasos durante diez aňos, y sentí una tristeza profunda, enajenante. Ya la había sentido en otras ocasiones, pero ésta fue la que recayó con mayor fuerza. Darme cuenta de las graves heridas de México me deprime, su mediocridad es realmente monumental, a la gran mayoría de mis paisanos les da igual si se hacen bien las cosas o no y permiten que algunos disfruten de poder, influencia y dinero por méritos y medios muy bajos y criminales, permiten que otros los maltraten, que no les paguen sueldos justos, permiten que los denigren en servicios elementales como salud y justicia, permiten que la mediocridad gobierne, que la mediocridad decida quién merece una beca, un trabajo, quién tiene talento. Permiten que la mediocridad decida quiénes pocos pueden vivir dígnamente y quiénes decenas de millones pueden vivir mal, muy mal. Permiten que la mediocridad gane diez o veinte veces más dinero que la población en general, es decir, permiten que la mediocridad genere, fortalezca y permanezca la desigualdad extrema. Permiten que tengamos miedo y excesiva desconfianza en las calles y a las autoridades en general. Permiten un lamehuevismo olímpico. Permiten que la traición y el asesinato sea una disciplina del diario. Yo también lo he permitido. Los mexicanos permitimos que México sea un gran país mediocre, que sea un país mierda.

sábado, noviembre 28, 2009

Al final de mis veinte. Parte VII

Pues sí, fuchi con la derecha, muchas veces repugnante y vulgar, fuchi con la izquierda, muchas veces imbécil y provinciana, y refuchi las clases de historia y sus ineptas maestras y la débil administración y el débil comité académico del ciclo básico de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Las maestras y maestros de historia o de Estudios sociales e históricos I, II y III ni siquiera han leído El proceso de Kafka, cuando se enfocan en el "proceso histórico" y la mamada y media. Querían ser los buenos de la sociedad y conscientizar a la población en general o por lo menos a la estudiantil sobre las manipulaciones históricas y políticas en los libros de texto y aclarar injusticias y etc. en México y en Latinoamérica, pero se convirtieron en los malos del cuento. La mayoría del alumnado de la UACM no avanza por culpa de estas materias del ciclo básico. Se lleva a cabo el viejo método del profe pendejo de secundaria que truena a todos y cree que así se demuestra su buena pedagogía. La pedagogía se afana en descubrir métodos que provoquen todo lo contrario. Apenas, en ocho aňos, se han titulado como veinte alumnos de una matrícula de casi veinte mil alumnos, aproximadamente. Qué curioso. El estado se gasta muchísimo dinero en esta universidad, pero mucho. Cada profesor de tiempo completo recibe mensualmente aprox unos veinticinco mil pesotes. Hay como cinco mil profesores o un poco más que reciben este sueldo. Cinco mil por veinticinco mil son ciento veinticinco millones de pesos al mes, sin contar sueldos administrativos, servicios, electricidad, muebles, agua, renta predial, renta de algunos inmuebles, o sea, un rechingueral de baro al mes, unos setenta millones mensuales, cálculo hecho a ojo de buen cubero, para que al aňo se gradúen dos o tres alumnos y todo porque la mayoría no puede pasar las pinches materias del ciclo básico, en especial las de historia. Esto es inadmisible. Si los senadores quieren cerrar alguna universidad que sea la UACM, a menos que ésta madure profundamente en sus pasiones ideológicas, que no atropellen a la pedagogía, a la enseňanza universitaria. En la UACM se percibe un aire similar al que sentía el ciudadano en alguna nación soviética antes de la milagrosa revolución de terciopelo. Y eso que no escribo sobre la carrera que yo estudié, Creación literaria, de la que se viven también muchas desilusiones. Sólo mencionaré que un número importante del profesorado de mi carrera no debería estar ahí dando clases por una simple y llana razón: no son aptos, no tienen cualidades literarias, ni siquiera teóricas, a veces ni siquiera tampoco gramaticales. Con esto finalizo la descripción de uno de los elementos en la suma de razones por las que me largué del DF y luego, dicho a manera de sorpresa, de México, y por lo que también se largó Roberto Bolaňo, jeje.

viernes, noviembre 20, 2009

Al final de mis veinte. Parte VI

En febrero me enteré de una excelente noticia en la escuelita, o sea, en la UACM. Un comité de profes organizó que se pudiera hacer un examen único basado en tres etapas donde se mostrara que el alumno sabía hacer un ensayo académico que girara alrededor de un tema y que incluyera elementos de la historia como proceso, escritura creativa y una cultura científica y humanística: todo lo que se ve en el grandioso, magnífico y estupendo ciclo básico. Se me iluminó la cara cuando supe de ello. Parecía un sol sonriente con patas caminando por la calle. La escuelita dio varios temas a escoger, no me acuerdo de los pinches temitas que dieron a escoger, ni siquiera del que escogí yo, pero eran puros títulos aburridos que evocaban la injusticia, el abuso, la política de ultraderecha, etc. en América latina, pero visto desde una única mirada, o sea, una única interpretación, desde una izquierda socialista, desde una postura provinciana y aburrida, para no extenderme. Digo, los problemas existen, son graves, no hay un bien común y todo lo que este concepto encierra, educación, trabajo, salud, una buena calidad de vida, todo de lo que disfruta la gente en la zona euro y en muchos otros países. Mi tema escogido era algo sobre cultura y lenguaje, creo. Entonces abordé mi ensayo basándome en dos libros que, además, hice un juego de comparación entre estos dos ensayos que trabajé para hacer el mío: "Laberinto de la soledad" y "México profundo". Los dos son ensayos muy famosos, muy importantes, muy consultados en todo el planeta y que de alguna manera uno encuentra en ellos la misma inquietud y el mismo malestar de pertenecer en un país mediocre, lleno de injusticia, y a la vez rico en muchos otros aspectos, como el lenguaje, por ejemplo. Pues trabajé en ello. Hice la primera etapa, que consistió en hacer un borrador a mano en cuatro horas, con ayuda sólo de papeles o papeletas con citas textuales de los libros consultados en casa anteriormente. Luego, la segunda etapa, discutir oralmente la tesis, el desarrollo y la conclusión, o sea, el borrador hecho en la primera etapa. Y luego, ya entregar un ensayo impreso, con las citas, la bibliografía, corregido bien todo, o sea, ya el ensayo. Pues que lo trueno. Lo troné. La respuesta de la tronada me la dieron en mayo, creo, o en junio. Así que fue un boquete más en la posible imagen de la esperanza e ilusión que pudiera haber tenido todavía en mí. Al final de toda esta pequeňa historia personal, que ni tan personal, más bien, y simplemente, biográfica, subiré el ensayo ese que hice para que lo lean. Está divertido, hice cuates a Octavio Paz y a Bonfil Batalla, hasta parece que se dan un abrazo y no sólo eso, también un beso a la perestroika.

domingo, noviembre 15, 2009

Al final de mis veinte. Parte V

Entre las varias más historias que se pudieran contar pero que no haré por sobriedad de tiempo y espacio pasaron los meses. Enero fue un mes muy malo para el Le bisné, pero era la cuesta de enero y no había por qué desanimarse. Luego vino febrero que estuvo malo también. Luego vino el principio de marzo y luego las vacaciones de Semanasanta que estuvieron peor, horribles, habrá entrado apenas como un cinco por ciento de lo que debía. Luego vino ya el desastre económico culminado con la alarma roja de la influenza. Tremendo todo esto, pero en mayo y junio comenzó a levantarse el sol sobre nuestro paisaje, apenitas. Y luego, retecataplum, sucedió otro evento trágico, el asalto a mano armada.
Pero antes de contar a detalle el último evento trágico, regresaré a enero. En enero tomé varios exámenes de la escuelita, como le decía, a la UACM, de una serie de materias que arrastraba desde el ciclo básico. Eso y dos materias, prácticamente certificadas de ciclo superior, y el seminario de titulación para terminar la pinche carrera de Creación literaria. Estaba tenso porque tenía prometida la titulación y no quería defraudar a mis abuelos, básicamente, y a nadie en general. Las famosas materias arrastradas desde el 2002 eran de historia, según esto, pero más bien eran de política, y se han cambiado de nombre varias veces desde el mismo aňo, "Procesos sociohistóricos", no sé qué otro pinche nombre como ese y luego "Estudios sociales e históricos". Yo los llamaba clases de historia y había la parte I, la II, y la III. De huevísima la clase. Más aburrida que nada y las maestras más mediocres que nada. Digo, en general, difícilmente se encuentran personas verdaderamente buenas, brillantes, humildes, honradas, cultas, simpáticas, inteligentes, alegres y buena onda en las universidades de todo el mundo, pero en la UACM era un abuso mortal. Y eso que en sus argumentos principales para crearse era el de formar un concepto de ciclo superior inovador, relajado en la relación maestro alumno, y competitivo a nivel mundial, pero pus nomás no. En enero de 2009 hice otra vez los exámenes de historia I, II y III. Sólo pasé historia I, me da risa ahorita que escribo estas absurdidades. Y, bueno, en el próximo post seguiré con las razones que me orillaron a tomar una desición, ir a Sancris.

viernes, noviembre 06, 2009

Al final de mis veinte. Parte IV

Un día llegó un seňor a Le bisné y quería que le traspasara o capturara un texto de una página a word. Yo estaba algo de mal humor y cansado y le pregunté si no lo sabía hacer él. Me dijo que sí y lo senté frente a una de las computadoras, le dije que cualquier duda que me dijera. El seňor miró la pantalla, miró el teclado, suspiró y comenzó a teclear con dos dedos. Yo proseguí con lo que hacía antes de que el otro llegara, así estuvimos durante media hora más o menos. Se me había olvidado que ahí estaba el seňor y también se me había olvidado que yo estaba ahí, dejé de escuchar el pasar de los autos, de los camiones, de los tráilers, el ruido de la sirena de las ambulancias y de las patrullas. Me asomé a ver la pantalla del seňor y vi que apenas había escrito una línea, literal, sólo una. Pobre seňor, le dió pena decirme que la neta no sabía ni puta madre de word o de plano que apenas y sabía escribir su nombre. No sé, eso pensé. Entonces le dije, a ver seňor, yo se lo hago. Tomé la hoja que tenía con el texto que había que transcribir a la compu. Conforme escribía lo que leía me di cuenta que alguien había escrito esa carta por él y que era una carta dirigida a un juez o a algo por el estilo. Se describía en ella cómo su hijo, chavito, creo que tendría unos nueve o trece aňos, sufrió una taquicardia fuerte tras recibir una inyección de un químico que no debió recibir y que hasta el papá sabía que no era buena esa sustancia en las condiciones en las que se encontraba su hijo. Y que el doctor nunca se disculpó ni aceptó el error cuando era evidente la negligencia médica, etc. Todo esto pasó en el Centro médico de la esquina. Miré al seňor, le preguntaba a cada ratito por una letra casi inentendible y el seňor decía que no sabía. Lo incómodo era cuando se trataba de mejorar la redacción y preguntarle sobre la lógica de los hechos. Pero se veía tranquilo, meditativo, se detenía a ver los detalles en las paredes del local, las puertas corredizas de madera que había en medio y que dividían a las compus del cuarto donde se sacaban las fotos, el riel por donde psaban las puertas, los tornillos que sujetaban los rieles, el polvo y la pelusa que se acumulaba entre los rieles, un chicle pegado en el piso que alguna vez fue verde y que ya era todo negro. Lo miré cómo miraba, parecía estar y no estar, pude verlo durante todo ese tiempo sin que él ni se fijara que lo hacía. Me preguntaba a mí mismo por qué yo o cualquier otra persona como yo hacía esta transcripción, por qué no lo hizo un abogado, no sé, qué pasaba, qué era lo que estaba tan mal como para que sucediera un absurdo como éste. Seguí con la transcripción y se describía cómo le metieron otras inyecciones para normalizar el ritmo cardiaco, cómo trajeron la máquina para resucitar y cómo murió su hijo. En ese momento me detuve y se me pusieron llorosos los ojos. La fecha del suceso, apenas había sido dos o tres días anteriores a éste que cuento. Horrible, sí. Terminé la carta, se la guardé en su USB y se la imprimí. Me dio las gracias y antes de que se fuera no pude evitar preguntarle qué iba a hacer y me dijo con una profunda y tranquila resignación que lo que se pudiera.

viernes, octubre 30, 2009

Al final de mis veinte. Parte III

Jugué mucho al ajedrez con Sergio. Las primeras veces que jugamos, hace algunos aňos, él me ganaba y fácilmente. Una vez hubo un torneo de ajedrez en el Momo, un café que estaba en la Condesa, sobre Tamaulipas, entre F. Montes de Oca, de quien se dice que fue el que realmente se tiró del castillo envuelto con la bandera y no Juan Escutia, y Michoacán. Pero el café no era un café condechi, no, para nada, más bien era un café coyoacanchi con toques condeceros. El Momo era un café muy agradable al que acudía gente como Carlos Reygadas y seguramente José Emilio Pacheco, Daniel Sada y Daniel Jiménez Cacho. Pues el torneo de ajedrez organizado por el Momo lo ganó Sergio. Luego ya, por las fechas del local, comencé a ganarle algunas veces. No es cierto, muchas veces. Y mientras jugábamos ajedrez, el local se abrió al público el 12 de octubre del 2008 y se llamó Le bisné. Ahí trabajé casi nueve meses.
Había seis computadoras y el estudio fotográfico donde se hacían fotos tamaňo infantil, credencial, pasaporte, título y diploma, las más. También había servicio de restauración de fotos viejas y maltratadas. Llegaron varias fotos rebonitas y reinteresantes de gente joven, vieja y niňos retratados entre los aňos cincuenta y hasta una de 1884.
Tuve muchos problemas con las compus, fue muy desagradable atender a la gente del internet porque como siempre fallaba algo muchos reaccionaban con enfado y hasta con gritos, azotes y groserías. Luego Luz descubrió que la colonia defeňa con mayor demencia en su población era la Roma, sobretodo la Roma Sur, justo donde estábamos. Además recibíamos gente que venía de todas partes de la ciudad, del país y del continente porque, primero, estábamos rodeados por las salidas de metro Centro médico que era el cruce entre la línea verde y la café. Segundo, porque estábamos a una cuadra del hospital Centro médico siglo XXI, con trato y servicio medieval. Tercero, estábamos a unas cuadras de la Condesa que es muy conocida en todo el mundo y por eso acudía al internet gente de otras partes, pero puro extranjero lacrilla, mucho defeňo lunático, neurótico y raros, mucho provinciano con cara de sufrimiento porque se les moría un pariente en el hospital y se les acababa el varo para pagarse hospedaje y comida. También llegaban muchas personas jóvenes vestidas con mezclilla deslavada o destintada, zapato café nuevo y grande o largo, camisa o playera pegada blanca o azul claro, lentes oscuros grandes y feos, y pelo con mucho gel peinados al estilo de no sé, cantente televiso y provinciano, que preguntaban con un tono de voz forzado y feo: hola, oye, queda cerca la Condesa?

viernes, octubre 23, 2009

Al final de mis veinte. Parte II

Va. Órale. Chido. Chingón. Pocamadre. A huevo. A toda madre. De huevos. Que si no. Expresiones que cerraban el trato una y otra vez en la compaňia fiel de las caguamas. Íbamos a fiestas, organizábamos reuniones para jugar dominó cubano durante horas mientras tomábamos cerveza y fumábamos como desesperados, sobretodo él y yo, los hombres del cuarteto. Las mujeres también fumaban, y mucho, pero no tanto como nosotros. Así habrá pasado mes y medio.
Las chicas se juntaban para organizarse y planear el negocio. La pareja amiga tenía enlistado varios locales en renta desde antes de que surgiera la idea de la sociedad. Se decidió por un local que estaba sobre Baja California, a media cuadra de la av. Cuauhtémoc. Llamaron para preguntar cómo estaba el bisne y que querían rentar el local. Les dieron algunas largas mientras veían otros lugares. Uno era un local en la Roma que rentaba un ruquín que se decía licenciado, el licenciado, dando por hecho que todo mundo sabe que eso significa que es abogado. No estaba mal el local, pero no las convenció. Creo que vieron otros locales y ya se desanimaban cuando les dijeron que sí en el local de Baja california. Necesitaban un fiador y consiguieron uno en una oficina que prestaba nombres para ser fiadores. Luego fueron a la oficina que se dedica a administrar locales, depas y casas. La dueňa del local vivía en un departamento en el mismo edificio, uno sencillo y pequeňo de infonavit, donde estaba el local. Y la arrendadora les aceptó el fiador y firmaron un contrato por un aňo y un pagaré por sesenta mil pesos por cualquier imprevisto que pasara. La que se comprometió con las firmas del contrato y del pagaré fue Nelly, la amiga de Luz. Obtuvieron el local.
Lo que tengo que ver en todo esto es que yo le ayudaría a Luz a atender el negocio. La mitad del día estaría ahí. Nelly no podía atenderlo porque tenía que estar en otro negocio que ella tenía solita, en la Condesa, además del estudio de la Doctores que lo atendía Sergio, su novio, y colega mío en la chamba de ir a comprar caguamas y servirlas en cuatro vasos. Quiero aňadir que Sergio y yo jugábamos mucho ajedrez, pero mucho, a veces Nelly se iba a dormir a su cuarto, si estábmos en su casa, y Luz se iba a dormir también pero a la casa.

domingo, octubre 18, 2009

Al final de mis veinte. Parte I

La razón por la que llegué a San Cristóbal de las Casas proviene de muchas partes. Pero empezaré con lo más cercano y directo. Luz, mi novia, y yo nos juntamos nuevamente (yo me fui a vivir a su casa y ella me recibió con gusto. Después de que me sacaran de mi casa por no pagar la renta) y ahí estábamos. Ella trabajaba en varias cosas, se conseguía trabajos donde escribía en medios de la red y yo no conseguía ningún trabajo, como siempre. Pero puedo decir que sí los buscaba y por alguna u otra razón no me llegaba nada. En ese momento ella me mantuvo, de plano. Y yo podía seguir pendejeando con eso de que era escritor y leer en la casa, escribir o corregir, y hasta con ir a la universidad, con veintinueve abriles y todavía yendo. Una universidad mediocre que quería ser mejor que la UNAM en poco tiempo. Pero que en realidad era la institución legal de adoctrinamiento político más grande del país: la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, la UACM. Y si no estabas de acuerdo con ellos no te dejaban terminar el ciclo básico y menos la licenciatura completa. Querían ser los buenos, pero se convirtieron en los malos. Pero bueno, ahí estábamos Luz y yo en su casa. En ese momento nos llevábamos con una pareja de amigos con los que nos emborrachábamos por lo menos una vez a la semana. Ellos regresaron al df recientemente del sureste mexicano y habían trabajado como vendedores y proveedores de tiempo aire de Movistar. Parece que tuvieron un problema con el jefe y se regresaron imprevistamente al df. Ellos tenían una hija de unos seis aňos que hablaba con acento yucateco, campechano, tabasqueňo y chiapaneco. Esta pareja, antes de irse al sureste, tenía un estudio fotográfico en la doctores y lo seguían teniendo, mientras no estaban se los administraba la madre de él. Nos platicaron mucho de lo bueno que era tener ese negocio y el dinero que les dejaba y que pensaban abrir otro. Entonces a Luz se le ocurrió la gran idea, era una gran idea estando pedos en la mesa de la casa, de abrir un estudio fotográfico en sociedad con ellos, más bien con la mujer. Ella aceptó de muy buen humor y también le pareció una idea genial, increíble, usaban estas palabras mientras los vasos chocaban por encima de la mesa.

viernes, septiembre 25, 2009

Medicina surrealista

Otros dos detalles religiosos en Sancris, uno es una aberración entre judaísmo y cristianismo gringo donde tienen unos letreros colgantes espantosos fuera de una casa improvisada como templo y de donde, como a las ocho de la noche, se escucha gritar como loco a un hombre. Y dos, el famosísimo anticristo se vino a predicar a los altos de Chiapas y le va muy bien, saca un buen varo. El grupo "Los tigres del norte" sacó una rola donde advierten a sus fans y a la población en general que no lo escuchen, que está loco. Jaja, está muy cagado todo esto, y triste, claro, por lo catastrófico, pero bueno. Además, Chiapas, como en muchos otros lugares, tiene medios visuales e impresos que sólo hablan positivamente de la administración estatal.
Por otro lado, hay mucha magia en esta zona, tanto de la ayudadora como de la perjudicadora, fenómeno interesante. El otro día leí un reportaje en un periódico local sobre una mujer partera, que sólo habla tsotsil, que dice comunicarse con Dios en sus sueños para recibir instrucciones sobre cada uno de los partos que interviene. Y que así fue como aprendió básicamente, pero que de todas formas no hay una regla general para los partos porque cada uno es diferente y la instrucción onírica también. La reportera menciona que la partera había ido a Alemania a un congreso o coloquio entre parteras del mundo y que ella es la única en su técnica surrealista, dicho literalmente, no artísticamente. A poco no es interesantísimo. La partera tsotsil nació en Chenalhó y recomienda ampliamente no acudir a la medicina alópata, o sea, con obstetras. Además, la partera también es curandera y huesera; en el artículo se explica que sólo le faltó ser rezadora de la montaña y hierbera para cumplir con las cinco categorías de la medicina tsotsil.
Seguiré con más información chiapaneca.

viernes, septiembre 11, 2009

San Cristóbal de las Casas

No sólo el agua de la llave en Sancris está contaminada, también los garrafones. Un doctor sancristobalense dijo que mejor se hirviera toda el agua, incluso la de garrafón. ¿Qué pasa en Sancris? Recuerdo que, otra vez que vine a Sancris hace diez años, también me enfermé gacho de la panza. El municipio no ha hecho un sistema de potabilización del agua, además de no distribuir el agua a todas las zonas de la ciudad. La dependencia de salubridad no ha controlado las empresas de agua embotellada. Esta ciudad, así como Cuernavaca con su lema "La ciudad de la eterna primavera", debería tener su lema "La ciudad de la eterna diarrea". ¿Qué pasa en Sancris? Hay pura pinche tortilla maseca que sabe espantósamente horrible y que se deshace en mi mano antes de llevármela a la boca. ¿Qué pasa en Sancris? Se viene gente de todas las comunidades aledañas y no tan aledañas a Sancris de manera desordenada. Esta migración creará zonas desastrosas como las que abundan en los alrededores del df. La mala administración estatal debería hacer transporte ferroviario eficaz y rápido que una a las ciudades grandes con todas las comunidades pequeñas o municipios o pueblos o como lo quieran llamar y así mejorar los focos de ingresos y evitar la migración a lo estúpido, pero parece que la estupiedez será una característica natural en la sociedad mexicana todavía durante muchas decenas de años. Luego Sancris es demasiado caro, hay restaurantes más caros que los que se encuentran en la Condesa y en Polanco, absurdo. Luego hay casas culturales, hay unas pinches oeneges y pendejadas por el estilo que son más faroles, farzantes y donaidens que la gente que se encuentra en el df, que lucran cínicamente bajo la bandera de la buena vibra, del trueque, del comunismo y del apoyo al indígena y pendejadas de esas, como por ejemplo "La casa del pan", "Na bolon", "Derechos humanos", entre otras. Sólo "Tierra adentro", que es un café, tienda y centro cultural, conserva una autenticidad en su bandera. Luego también, en Sancris le dan la razón al dicho de que Chiapas es el estado más ignorante de nuestro país porque abundan las pinches iglesias cristianas, además de la pinche católica apostólica romana, y hasta hay musulmanes. El radio, que es deplorable, está invadido por frecuencias clandestinas chafísimas y por estaciones donde predican la palabra de nuestro señor jesucristo y pendejadas por el estilo.
En el próximo post mencionaré las cosas bonitas de Sancris.

lunes, septiembre 07, 2009

Aclaración de la chueques

En realidad lo que me dió se llama síndrome de Bell y ataca el sistema nervioso de una parte de la cara. Esto sucedió porque el síndrome rescató el virus de la varicela o del herpes Zoster, que han podido estar almacenados en mi cuerpo desde hace mucho tiempo. Qué cosas, ¿no? Este síndrome se manifiesta en jóvenes con un estrés excesivo y en viejos tras una enfermedad poderosa como el cáncer. Ah, por ahora, ya recuperé el noventa por ciento del movimiento muscular perdido, ya no me veo raro.
Por otro lado, me parece que en San Cristóbal de las Casas, el agua no es potable, no sólo eso, sino que además trae consigo salmonela y todo tipo de diarreas e infecciones. No tengo una prueba de laboratorio, pero cada vez que yo, o algún conocido, ingerimos algún alimento hervido, lavado o remojado en agua de la llave, ¡tome perro!, diarrea mortal o, di plein, salmonelosis.

domingo, agosto 30, 2009

Enchueco chueco

Lo que tengo en este momento es herpes Zoster y tengo paralizada la mitad de la cara. No me obedecen los músculos de la mitad derecha de mi boca y mi párpado derecho. Sucede que ahora que estoy en sancris me pasa de todo. Creo que sufro algún tipo de limpieza y desahogo emocional. Estoy un poco mejor en este quinto día con el virus, pero todavía se me nota la cara de monstruillo que tuve al principio. Está raro, bueno, primero que nada, mi enfermedad nueva es un virus almacenado en mi cuerpo, aparentemente, desde que me dio varicela de niño, y segundo, es incómoda la parálisis porque siento que la gente me ve raro, aunque ni note lo de mi cara. Como solo, evito que alguien me vea mientras mastico la comida, porque se me caen algunos pedacitos de la boca por no controlar perfectamente mis labios y mi cachete. Cuando hablo, a veces me pasa que al pronunciar una "p" más bien lo hago como si dijera una "f". Y lo más feo es que, cuando sonrío abiertamente, mi boca se ve chueca porque sólo sonríe la mitad de ella, ya me dijeron que me parezco Anthony Hopkins en Hannibal o algo así. Parece que haré varios posts autobiográficos por todo lo que me pasa, además de ahorrarme la ficción para trabajarla con un mayor detenimiento, por ahora, es que no me sale con tanta facilidad como antes.

lunes, agosto 24, 2009

Cuidado, perro embarrado

Advertencia: este post puede causar reacciones de asco.

Nunca antes en ningún lugar me había dado tanta diarrea como en sancris. Ya se me está quitando, pero hoy sucedió que, a pesar de la repentina cercanía con los retretes y de olvidar la sensación de un objeto sólido al defecar, mi perro Oko culminó el evento. Fuimos a caminar Oko y yo por el campo para que hiciera algo de ejercicio, más él que yo, y para que viera el paisaje, más yo que él, y nos detuvimos en una pequeña pradera rodeada de pinos y arbustos. Miré el cielo y los árboles, sentí el agradable aire de montaña y descubrí agradablemente cómo Oko se embarraba en el pasto feliz. Se dio la media vuelta, de espaldas al planeta tierra y de patas al espacio ciberal, y le vi una mancha café en la espalda y el torso. Me dije, ah, qué chingón, está mojado el pasto y se está embarrando un poco de lodo, qué rico. Siguió con el embarrado, parte de su cabeza y en el otro costado cuando me llegó un fuerte olor a mierda. Chale, me dije, pero bueno, ha de ser caca de vaca, bien sabrosa. Es que siempre me ha gustado el olor de caca de vaca y más la de caballo, pero recordé que no hay vacas en la zona, cosa que me ayudó a reconocer más bien el olor a mierda humana, y con diarrea. ¡Puta, que asco! Le grité a Oko, qué pinche asco, ya se me acercó un poco y apestaba como su puta madre de mal, horrible, asqueroso. Lo arreé hasta la casa y el pendejo pensó que estaba jugando y se me acercaba con intenciones de embarrarse en mis piernas o de saltarme encima y ¡guácala! Qué asco, lo alejaba a gritos e insultos, pinche Oko, pero sin hacerlo sentir mal porque él no se daba cuenta de la situación, no era su culpa, además estaba feliz con la mierda embarrada en todo su cuerpo. Qué asco.
Ya en la casa, Luz me ayudó a quitarle la mierda con el agua de una manguera y se la quitamos de encima, pero ahora estoy en un café internet en el centro de sancris y todos se miran los unos a los otros tratando de buscar de dónde viene ese olor a mierda enferma que se siente en el ambiente, a pesar de que me lavé con cloro y con dos jabones distintos.

martes, agosto 18, 2009

Post autobiográfico

Llegué a sancris hace una semana y anoche descubrí un lugar increíble y formidable para pasar un rato relajado y tranquilo. Se trata de un lugar que es casa de té, restaurante y cine. Se llama Kinoki y tiene todo el tipo rebelde propia de la zona zapatista y con mucha pero mucha onda. Llegamos Luz y yo al lugar y compramos dos boletos para ver "Vida acuática". Además la película se presta para el lugar excelentemente bien, qué peliculón, no la había visto y me pareció divertidísima, además de parecerme una especie de adaptación de Moby Dick de Melville. Pero con Bill Murray y Cate Blanchett. Bueno, llegamos y compramos los boletos. Luego Luz se fue al baño y miré el menú de la comida. Leí puras cosas antojadisísimas. Luz regresó y le pregunté si quería compartir un arroz mezclado con pollito, cebollín y parmesano. ¡Sí! Dijo. También pedí un agua de mango con coco. Pregunté si nos podían dividir el arroz en dos platos. Sí, dijo el chavo que me atendió. Pregunté que si lo podríamos comer en el cine y que si nos lo pudiera llevar. Sí, dijo el chavo. Entré a la sala y, no me lo van a creer, me encontré con seis sillas reclinables con pieceras donde uno podía acostarse a ver la película. Al costado derecho, dos sillones individuales con su mesita cada uno. Atrás de las sillas reclinables un sofá para tres personas muy cómodo. Atrás del sofá, otro sofá del mismo tamaño e igual de cómodo. Luego había un tapanco al que se subía por una escalera de madera y donde había un espacio con otro sofá y otro espacio con un sillón. Increíble. Me recosté en una de las sillas reclinables y Luz también. Empezó a proyectarse la película sobre una panatalla bastante grande y cómoda para la vista. Trajeron el arroz que estaba delicioso y el agua que lo estaba más.
Se me olvidó añadir que cuando entramos al lugar, en el restaurante estaban puros parroquianos de todo tipo, pero todos manifestando con su atuendo algún tipo de rebeldía: elementos punk, reggae, electro, jipi junky, el intelectual dinámico y con onda, el artista joven, muy joven y harto del mundo, individuos ordinarios con onda. Algunos extranjeros y otros no.
Si vienieran a San Cristóbal de las Casas, les recomiendo mucho este lugar llamado Kinoki y que está en la esquina de 5 de mayo y 1 de marzo.

martes, agosto 11, 2009

Quinqué azul

Sí, era de un vidrio soplado azul, se le prendía el fuego en la mecha mojada de gasolina. La luz salía como un verde suave y agradable por la combinación de la flama amarilla y el vidrio azul. Colgaba de un cordón que a su vez éste colgaba de un clavo clavado en una viga de madera que cruzaba la altura del cuarto. Así empezaba la iluminación, al centro del cuarto y al aire, desde una concavidad azul transparente, cuando una mariposa nocturna, pequeña y blanca revoloteaba alredededor del envase hasta que entró por el orificio, fue atraída por una fuerza gravitacional y fue achichorranada por la flama del quinqué azul.

lunes, julio 13, 2009

La ventana de Vera

(Un regalito pa todos ustedes: una adaptación a obra dramática del cuento “La ventana abierta” de Saki)


PERSONAJES
Vera, una muchacha de quince años
La tía de Vera
El señor Nuttel
El marido de la tía, lleva un impermeable blanco
Los dos hermanos menores
Un perro cansado





--------ACTO PRIMERO
--------ESCENA PRIMERA
--------------(Están Vera y su tía en la cocina sentadas a la mesa)

LA TIA. Hoy viene el señor Nuttel. Quiere ver el cuarto para rentarlo. Es hermano de la señora Nuttel. ¿Sí te acuerdas de ella, no? Estuvo aquí hace unos años. Eras más pequeña.
VERA. ¿Más pequeña? Tía, entiende que yo no soy más pequeña porque no soy pequeña y si no soy pequeña por lo mismo no puedo serlo más. Deberías dejarme salir más seguido y más tiempo. Me sigues tratando como a una niña. ¡Ya no soy una niña!
TIA VERA. ¿Te acuerdas de la señora Nuttel, o no?
VERA. Ash. (Se levanta de la mesa. Le da una vuelta a la mesa. Se detiene. Mira a la tía. Abre los ojos lo más que puede. Le da otra vuelta a la mesa. Más rápido. Otra vuelta. Más rápido. La tía junta las manos y se endereza en su silla ignorándola. Otra vuelta. Más rápido. Se detiene y con toda la tranquilidad del mundo le dice) Sí, claro que me acuerdo de la señora Nuttel. ¿Quieres más té?
LA TIA. ¡No!
VERA. ¿Y por qué no? Es bueno para tus riñones. Tienes que cuidarlos, no se te vayan a atrofiar más de lo que ya están.
TIA VERA. La señora Nuttel era una persona agradable y educada. Pagaba puntual. No dañó las instalaciones. Una inquilina modelo. Además muy propia ella. Espero que puedas recibir al señor Nuttel con buenos modales. Debes ponerte tu ropa de salir. No te vas a mostrar con esas fachas en las que te gusta andar. Tus pants horribles.
VERA. Yo sí quiero más té, pero de éste. No es medicinal. Me fascina, es de fresa. Lo compré con mis ahorros el último domingo del mes pasado que fui a la plaza nueva con mis amigas Silvia y Georgina. Siempre me invitan a las fiestas de las que me voy temprano porque vivo en un cuartel que me obliga a regresar temprano. ¿Tú no salías cuando eras joven?
LA TIA. El hermano del señor Nuttel debe ser un personaje interesante. Ahora que me estoy acordando de la señora Nuttel, ella tenía un cutis precioso, fascinante. Era simpática. Le gustaba reírse a carcajadas de sus propios chistes que eran inteligentísimos. Su risa era tan agradable como una…(no terminó la frase porque Vera salió por la puerta de la cocina azotándola con todas las fuerzas. La tia se levantó tras ella.) ¡Óyeme, niña babosa!




--------ACTO SEGUNDO
--------ESCENA PRIMERA
-----(La tía hacía sentadillas sobre el tapete tipo persa de la sala. Vera hacía abdominales furiosa. Miraba a la tia con odio. Su respiración era pesada)

LA TIA. ¿Cuántas llevas? Yo llevo ochenta y cinco sentadillas. Ya no me mires así, se te van a caer los ojos y yo no los pienso corretear persiguiéndolos por todo el salón para que te los ponga en su lugar y me vuelvas a mirar así.
VERA. Llevo ciento veinte. El doctorsete tuyo se equivocó, había dicho que después de noventa abdominales me sentiría como si te amara y te adorara tanto que estaría sonriendo el resto del día. (Se levantó y caminó a la ventana abierta. Miró por ella. Respiró profundamente. Alzó los brazos y los bajó. Se alejó de la ventana. Caminó por encima del sillón alzando los brazos haciendo equilibrio. Pasó lentamente cerca de la tía y le dio un zape. La tia la miró incrédula, con la boca abierta.)
LA TIA. ¿Cómo te atreves? (Se llevó las manos a la cabeza. La cabeza la hizo para atrás y la regresó a su lugar casi casi como si estuviera haciendo un paso de baile. Se sentó en el sillón y colocó su cabeza sobre sus manos en los muslos para llorar amargamente).
VERA. Tia, no llores, yo te quiero mucho. (Quedó repentinamente en silencio. Miraba al techo con la boca abierta. Movía una mano simulando un delfín entrando y saliendo del agua. Hacía los sonidos del delfín también. Agarró un cenicero metálico y pequeño de una de las mesitas a lado del sillón. La superficie de la mesita era de vidrio. Vera raspó el cenicero un poco por el vidrio haciéndose ese sonido agudo y penetrante correspondiente. La tia levantó la cabeza haciéndosele la cabellera para atrás. Tenía la cara demacrada y con pintura azul escurriendo por sus mejillas. Vera tiró el cenicero a la pared. Justo en el golpe empezó a sonar “Poor people of Paris” de Edith Piaf. No le gustó la canción y tomó una figura de cerámica, una bailarina de preferencia, y la tiró. Justo en el golpe comenzó a sonar, interrumpiéndose la canción de Piaf, “Agárrate” de Gloria Trevi. Comenzaron a bailar frenéticamente las dos mujeres. Cae el telón.)




---------ACTO TERCERO
---------ESCENA PRIMERA
--------(Vera está en la recámara acariciándose la vagina encima de un calzón grande y aguado. La tia abre la puerta repentinamente. La mira sin preocupación alguna. Vera deja de acariciarse enseguida)

LA TIA. Ya ponte lista. Vístete. Que vea que eres una niña decente y educada.
VERA. ¿Quién?
LA TIA. ¿Cómo que quién? El señor Nuttel. Está próximo a llegar. Tengo que arreglar algunas llamadas antes de su llegada. Lo vas a recibir y debes tratarlo bien. El señor Nuttel parece que tiene mucho dinero. A lo mejor se queda un tiempo. Eso nos va a ayudar con los gastos. Su hermana y yo hicimos una amistad maravillosa. ¿Entiendes?
VERA. Sí, claro, no te preocupes, tía.




------ACTO CUARTO
------ESCENA PRIMERA
------(El señor Nuttel y Vera están en la sala donde la ventana abierta, sentados
cada uno en un sillón)
VERA. Mi tía bajará en un momento. ¿Conoce a muchas personas de aquí?
NUTTEL. A Nadie.
VERA. Entonces no sabe nada de mi tía.
NUTTEL. Sólo su nombre. Me lo dio mi hermana, que estuvo hace cuatro años.
VERA Su gran tragedia fue hace tres años.
NUTTEL. ¿Tragedia?
VERA. Sí, por eso dejamos esa ventana abierta. (Señaló la ventana simulando una gran pena. El señor Nuttel miró incrédulo.)
NUTTEL. ¿Qué tiene que ver la ventana con la tragedia?
VERA. Hoy se cumplen tres años desde que, por esa ventana, salieron a cazar su marido y sus dos hermanos menores. Jamás regresaron. Fueron tragados por el pantano y nunca se encontraron sus cuerpos. Mi pobre tía sigue creyendo que un día regresarán y entrarán, como siempre lo hacían, por esa ventana. Ellos y el perrito que los acompañaba. ¡Cuántas veces me habrá contado cómo salieron ese día! Su marido llevaba el impermeable blanco en el brazo. A veces, en tardes tranquilas como esta, tengo la horrible sensación de que podrían volver a entrar por la ventana. (Al terminar de decir aquello le dio un estremecimiento. En ese momento entra la tía al cuerto pidiendo disculpas).
LA TIA. Espero que Vera lo haya atendido bien.
NUTTEL. Sí, sí, me contó cosas muy interesantes.
LA TIA. ¿Le molesta la ventana abierta? Mi marido y mis hermanos salieron a cazar, y siempre entran por el ventanal. Van a dejar la alfombra a la miseria después de haber andado por la ciénega. La caza es algo maravilloso. Una vez salí con ellos y la adrenalina que se siente al disparar la escopeta es inexplicable. Mi marido es el que mejor puntería tiene. (La tía volteaba a la ventana cada momento esperando ver a su marido y a los hermanos. El señor Nuttel comenzaba a inquietarse. No sabía que hacer. En eso se levantó la tía emocionada).
LA TIA. ¡Por fin vuelven! ¡Justo a la hora del té! ¡Están llenos de barro hasta los ojos!

(El señor Nuttel miró a Vera intentando transmitirle su comprensión. Vera
miraba a la ventana con los ojos llenos de horror. Con un miedo que le brotaba desde adentro, el hombre miró en la misma dirección. Tres figuras avanzaban hacia la ventana. Vestidos de caza. Uno de ellos traía un abrigo blanco sobre los hombros. Un perro iba con ellos.
El señor Nuttel agarró de un manotazo su bastón y su sombrero y huyó sin decir una sola palabra)

EL MARIDO. Aquí llegamos. (dijo el hombre del impermeable blanco, entrando por la ventana). ¿Quién era ese que salió corriendo de aquí?
LA TIA. Un hombre rarísimo. No hacía otra cosa que mirarme, primero, como si estuviera loca, luego como que con miedo. Se fue corriendo, sin despedirse siquiera. Ni que hubiera visto un fantasma.
VERA. Supongo que fue por el perro. Me contó que les tenía terror. Una vez, cerca del Ganges, lo persiguió una jauría de perros salvajes hasta un cementerio. Tuvo que pasar la noche en una tumba recién cavada, con los perros gruñendo y babeando encima de él. ¡Como para no tenerles miedo! (Mientras les platicaba giraba sobre sí misma como si estuviera bailando en el campo. Sonreía).

miércoles, julio 08, 2009

Un link

Como a todos les da hueva investigar o ir a mirar desde la puerta de las librerias, aunque sea de reojo, pongo un link donde se puede apreciar y admirar la cantidad de autores mexicanos y eso que solo muestro los literarios: enlace.
Es una lista enorme, pero enormisima, para todos aquellos lectores insaciables. (Sigo desde la compu sin acentos.)

sábado, julio 04, 2009

On se anu aedi fian

Deberian... (Perdon, antes que nada, debo aclarar que en la compu desde donde subo esto no tiene acentos. Es una portatil marca Asus. Espero que no crean que es por flojera de subirlos. Tampoco puedo hacer una pregunta directa porque no hay el primer signo de interrogacion, solo el que va al ultimo, y como no quiero escribir una pregunta de manera distinta a la que se hace en Mexico, no hare preguntas directas.) ...hacer en las librerias un piso entero de autores mexicanos, tanto literarios como de otro tipo de libros, aunque no sean tan entretenidos y/o interesantes como los literarios. Es que hay un rechingueral de autores mexicanos de historia, de sociologia, de filosofia, de biologia, de fisica, de matematicas, de analisis comparativos, de politica, de musica, de botanica, de cocina, de pintura y de literatura. De literatura creo que hay mas que nunca antes, digo, de todo lo anterior tambien, pero en literatura abundan los autores mexicanos. Ya sean geniales, muy talentosos, talentosos, diestros, buenos redactores, superficiales, comerciales o mediocres. Y que publican en editoriales comerciales grandes, medianas, pequenas (tampoco esta la letra n con su palito recostado encima), micro, o en publicaciones universitarias, institucionales y por fundaciones.
Si, creo que deberian hacerlo, abrir un piso entero en las librerias. Neta es mucha gente, investiguen un poco o miren por ahi, discretamente, nadie se enterara de que buscan autores mexicanos que siempre son malos, chafas, vulgares, banales y que si son publicados es porque tienen un buen culo o porque la maman bien, ya sea la verga o la chocha, o porque practican la diplomacia o el arte de dejarse humillar o porque simplemente hacen negocios. Seguro encontraran sopresas muy agradables. Inlcuso se estan empezando a hacer antologias, listas y ejercicios de este tipo sobre el descubrimiento y difusion de nuevos y excelentisimos talentos, de los cuales seguramente los habra algunos o por lo menos uno. No hay que ser excesivamente pesimistas o excesivamente estrictos.
Y bueno, ademas de abrir todo un piso de autores mexicanos por simple sentido comun, porque somos mexicanos y vivimos casualmente en Mexico, tambien porque abririria brechas de difusion, publicitarias, con espacios intelectuales, en cultura, para la circulacion de dinero en el medio editorial mexicano, en el ejercicio de la lectura y en todas las consecuencias que de esto se obtenga.
Ademas de permitir espacios editoriales para escritores, y autores de toda indole, que son automarginados; marginados por toda aquella gente que esta imposibilitada de reconocer un talento excesivo o solo un talento; saboteados por personas malvadas y muy astutas; por tener muy mala suerte; por carecer de la facilidad de palabra para negociar; por no parecer escritor; por no abanderar una ideologia politica; por no entendersele lo que dice; por ser grosero o, mas bien, franco, indiscreto y honesto; o por lo que sea por lo que no haya podido publicar o reconocerse en la sociedad.
A poco no coinciden con esta idea de abrir un piso entero de autores mexicanos en las librerias. Lo preguntaria directamente, pero no puedo.

lunes, junio 29, 2009

Traca

Traca traca traca, tracatrá
tracán, tra catra, tracatrá
tractra, tracán, ¿tracatrá?
tracatractracatracatracatra

:Traca, tracatrán, trácatra
traca, ¡trácatra! Tracatrán
traca, traca, traca, tracán
¿Trácatra? Catraca, catraca

lunes, junio 22, 2009

Gogolismo

El otro día pasé por el parque de mi casa en la noche, por ahí de las once. Ni se imaginan a quién le metían el dedo. El dedo se introducía con suavidad, parecía calar las paredes de la cavidad. Se lo metían a la nariz del barbero Iván Yakovlevich. La nariz se veía que estaba bien peda y su compañero, un güey también bien pedo, le sacaba los mocos. Alcancé a ver que el borrachín le jaló un fideo. La nariz se retorció de cosquillas y terminó con una exhalación de alivio y confort. Yo seguí mi camino.

lunes, junio 15, 2009

¡Beso! ¡Beso!

Ayer fui a la feria de las culturas amigas. Hubo muchísimos estanes, dentro de los cuales, cada república o reino, mostraba sus símbolos patrios más significativos. En el están iraní había mucha gente sentada en sillas de plástico que miraba absorta a un tipo barbón junto a una mujer tapada por completo menos las chichis y las nalgas, aaah, no es cierto, que hablaban sobre una tarimita. Atrás de los iraníes había una tele grande de pantalla plana con imágenes religiosas. Y sí, parecía un "Deje de sufrir" o algún templo cristiano, pero sin loquitos desmayándose. El caso es que el iraní barbón predicó que cuando permitan a los homosexuales en la sociedad como algo natural y moralmente correcto, cuando los dejen de llamar homofóbicos, los empezarán a llamar incestofóbicos y pedofilofóbicos. ¿Qué tal? Bien avanzados los iraníes, ¿no? Razonamiento desbordado de inteligencia.
En general fue una feria agradable, pero me hubiera gustado más que en cada están, representantes bellas y jóvenes de cada nacionalidad dieran a conocer su forma de besar. Un beso ruso, egipcio, polaco, francés, italiano, colombiano, venezolano, brasileño, sudafricano, indonés y etcetoriano.
Y que las iraníes de plano mostraran cómo cogen, porque dicen, se supone, hay mitología acerca de ello, que son en extremo sensuales.
Ah, y las que dieran los besos, no cobren por ello, me refiero básicamente a las rusas y a las venezolanas.

martes, junio 09, 2009

Una canción mal cantada escrítamente

Mi paiiiiiiíss essstaaa de la chingaaadaaaaa
Mi paíiiíssss eees uuuuna mieeeeeerdaaaaaaaa
La meeediooocriiidaaaad eeeenn laaaas deciiiisiooooneeess del rruuuuuumbbooooo de miiii
paiiiiíssss eeeeesss absolutaaaaaa.
Qué hueeeva miiii paiiiiíssss
Lástima que no seeee saaaalve poor laaaa bannndaaa chiiidaaa queee es de tan sóoolo
uuuunn eeentre dieeeez y quiiince pooor cieeento deeee laaa poooblaciooooón.
Qué hueeeeva miiii paiiiiiíssss
Qué hueeeeva miiii paiiiiíssss
Pero qué piiincheee hueeeeva miiii paiiiiísss.
A laa mayoriiía de miii geeeente le gusta la mediooocridaaad, el rooobo, el fraaaude.
La mayoriiía de mi geeente abooorreceee la honeestidaaad, la inteliiigencia y el taleeento.
Qué hueeeva miii paiiiíssss.
Qué hueeeva miii paiiiísssss.
Pero qué piiinche hueeeva miii paiiiíssssss.

sábado, mayo 30, 2009

Retrato

Era una mujer, un hombre y las escaleras para subir a la estación del metrobús de Insurgentes. Ella ensuciaba la parte trasera de su pantalón barato de mezclilla. Movía la cabeza con agitación, al mismo tiempo que las pupilas le corrían de un lado a otro, quizá por lo que le decía el hombre frente a su cabeza. Parecía decirle algo que ella se sabía de memoria. Lo tenía encima, estaba rodeada, su mano derecha se sujetaba del barandal, a la altura de su espalda. Ella estaba un escalón abajo de él. Su marido, novio o amante, seguramente su marido, estaba completamente inclinado hacia ella. La cara con bigote y pelo corto se encontraba pegada a la cabeza de ella, le hablaba al cráneo mientras ella hacía como si esquivara las palabras. Ella se veía nerviosa, temerosa y preocupada mientras él estaba tenso y firme contra ella. La gente no los miraba, parecían un escalón decorativo, unas palomas que picaban el piso, dos perros callejeros que olisqueaban los rincones.

sábado, mayo 23, 2009

¡Arriba el general Santa Anna!

Quiero un pedazo de chocolate. No, ahorita no. Mira. ¿Qué?, ¡óyeme, muchachito!, devuelve ese chocolate a su lugar ahora mismo. Me tengo que ir, ya se me está haciendo tarde, adiós. Ni creas que se me olvidará esto. Te quiero, muac. Sí, sí, toma. ¿Qué?, guau, ¿otro chocolate?, ¡gracias! Pero te lo comes aquí en mi presencia. Sí. ¿Sí?, ¿no que tenías prisa?, ¡me mentiste! Ay, no grites, no es necesario. ¡Me mentiste!, ¡no importa si grito o no! Ya no se puede ni jugar contigo. ¡Me mentiste!, ¡desgraciado, malhechor! ¿Malhechor?, ¿de dónde sacaste esa palabra?; seguramente del de aquí a lado, el general Santa Anna; por lo menos hubiera encarnado a uno más cuerdo. ¡Cállate, me mentiste! Ahora sí ya me voy; sí, hola, ¿Karla?; ah, perdón, enfermera, ¿usted cómo se llama?; okey, sí; ya me voy; todo bien, pero está un poco inestable; sí. ¡Mentiroso!, ¡todos son iguales, unos mentirosos! Adiós, muac. ¡No me toques!, ¡ya no quiero verte más! Hasta la próxima semana, adiós.

domingo, mayo 17, 2009

Eso ayer y hoy ésto

Ayer en la mañana, a eso de las seis y media, leí un reportaje en el periódico. No, me equivoco, miento, sí fue en la mañana, pero a las doce y media. El texto periodístico era de un diario política, económicamente, de centro izquierda, que empieza con J. Informó sobre un grupo bélico del estado de Guerrero (ERPI), cuyo comandante, llamado Ramiro, declaró datos comprometedores sobre el presidente de nuestra república. Sobre, por ejemplo, que Calderón protege a Joaquín el "Chapo" Guzmán y que el gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca Galindo, cobija a un exalcalde de Petatlán, en Guerrero, me imagino, llamado Rogaciano Alba Álvarez, presunto capo del narcotráfico y autor intelectual del asesinato de Digna Ochoa. Además de especificar que la estrategia de combatir el narcotráfico por parte del gobierno federal es falsa.
Tras semejante noticia, sumado el almacenamiento de otros datos similares leídos y escuchados en el transcurso de mi vida, además de una mirada personal de la realidad, no pude evitar un sentimiento que me tratara de impulsar a hacer algo. Tal sentimiento lo olvidé diez minutos después cuando miraba mi facebook.
Luego, en la noche, me regresó el sentimiento de venganza y sed de justicia cuando, mientras zapeaba, me topé con una película que se llamaba "Hombre en llamas" con Denzel Washington y Roberto Sosa, no el Roberto Sosa poeta hondureño ni el futbolista uruguayo ni tampoco el futbolista argentino, no, el actor mexicano. La película se filmó en la Ciudad de México, cuyo protagonismo fue coestelar junto a Denzel. La película en sí me gustó, pero la temática, que es lo que viene al caso, abordada desde una historia verídica donde un gringou entrenado para matar, de alguna manera se involucra emocionalmente con varias personas que encarnan la corrupción, criminalidad, impunidad, injusticia, lucro inmoral, desmedido y vulgar que abunda en nuestra población, y los mata a todos.
Bueno, pues con el reportaje y la película, me detuve a pensar en el ofrecimiento del coronel Ramiro para unirse a las filas del (ERPI), detalle que no he mencionado, pero que él sí mencionó en la entrevista. Ya se me cerraban los ojitos mientras desfilaban los créditos de la peli. Aún así recuerdo lo que me pasaba por la cabeza en lugar de los nombres que realizaron "Hombre en llamas".
¿Lo haré o no lo haré? ¿Qué? Unirme al Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente. No, pero cómo, y ¿dormir en la selva, con suerte en una casa de campaña y bolsa de dormir? No, qué hueva. Y con grandes probabilidades de que me maten o que me hieran una pierna, un brazo, el esófago, el baso. No, no valdría la pena ni por una pestaña. Además el comandante decía cosas como acabar con "el gobierno de los ricos" y expresiones chafitas como esas. ¿Con el EZLN? Tampoco, ya pasó de moda. Además, ¿qué diría la gente entendida, inteligente, escéptica, leída e instruida? ¿Qué soy un ingenuo? No, sería imperdonable, claro que no, ni lo quiera mi peor enemigo.
Pero, en el fondo, sí me dieron ganas de ser un guerrillero. O, mejor aún, ser un asesino profesional y matar a los culpables de la gran y enorme injusticia en México, como Creasy, el personaje encarnado por Denzel. ¿Qué haré? Creo que nada, seré un cobarde, me dormiré y mañana veré la pinche tele todo el pinche día. ¿Para qué voy a hacer algo? No valdría la pena, ni gracias me darían, no me reconocerían el esfuerzo. Quizá ni se vaya a saber, además de no haber logrado absolutamente nada. Y si sí, ¿para qué me van a reconocer el esfuerzo? Si llegara a hacer algo valioso, algo que ayude a mis paisanos quitarse toda la mierda que los rodea; mierda, además, que ni ven, y si la vieran, ni les interesaría quitársela, están muy cómodos así como están. Bueno, si fuera a hacer algo valioso, no creo que me vayan a dar el reconocimiento merecido porque sólo les recordaría lo que no se atrevieron a hacer y eso los haría sentir algo profundamente desagradable...


Sí, me dormí. Y hoy vi la pinche tele todo el pinche día.

sábado, mayo 09, 2009

A con a igual a a.

Changa sa madra la pata da caballa qaa astaba parada an franta da ma casa parqaa ma daba dascanfaanza. As qaa astaba may faa y paracáa an manstraa. Adamás al atra dáa ma hablá y ma daja qaa sa nacasataba ayada an dacadar sa dabáa hacar mas haavas can tacana a can jamán. Pancha pata laca, qaa changa a sa madra.

jueves, abril 23, 2009

Changos

Ayer vi una señora que buscó latas de aluminio en los botes del Oxxo. Nada del otro mundo en una ciudad grande, con mucha gente loca y mala. Lo raro era que la señora estaba maquillada, vestida y pinada bien, con bien me refiero a que no tenía exceso de maquillaje en la cara que me llevara a pensarla como una loquita vagabunda. Tenía puesto un vestido limpio y planchado, con un gusto chapado a la antigua, pero todo en orden. La falda del vestido tenía pliegues que parecían como si tuviera tiras de cartón dentro de la tela y estaba estampado con flores de esas que se ven dibujadas en los manteles que se ven en mesas protegidas con un forro de plástico grueso de gente con gusto chapado a la antigua o proletario conservador y ordenado, como diría, ¿quién diría así?, no sé, por ahora no se me ocurre quién podría hablar de esa manera, pero espero sirva como mera descripción. Además del vestido y el maquillaje, el peinado era perfecto, parecido al de María Félix, pero no tan exhuberante, más bien como el de María Victoria, ándale, algo así. Los zapatos eran lo único que indicaba pobreza extrema, digo, además de estar recogiendo latas. El caso es que me pareció raro y me pregunté ¿será la crisis? No creo, me respondí, sería pensar muy simplonamente o de manera facilota. No, me dije, quizá le quitaron la pensión de su marido muerto y una de sus hijas le quitó la casa que con tanto trabajo adquirió el marido muerto con ayuda de alguna institución de vivienda social. Podría ser, una tragedia popular, pero luego pensé, y si la señora viviera cómodamente y le dio por recoger latas para sentir lo que sufría la gente en pobreza extrema, no, me dije, ¿y los zapatos? Pus a lo mejor se los puso para darle una mayor dramatización. Así anduve cavilando mientras la miraba sacar latas. Así que decidí preguntarle por qué recolectaba aluminio. Y saben qué me respondió, no me lo van a creer. Me dijo: órale huevón, no preguntes pendejadas y no te quedes ahí paradote con cara de pendejo pensando en quien sabe que pinches pendejadas, órale o no cenas, cabrón.

domingo, abril 05, 2009

Gran Torino de Clint Eastwood

Una película hipermegarechingona. Una película que pasará a la historia. Una historia de cine hecha cien por ciento en el cine, por el cine y para el cine, no fue basada en ninguna pinche novela estúpida. Se goza una narración cinematográfica, en base a la vieja escuela estructural del "héroe", elocuente y diestra. Se dibuja perfectamente al personaje. Un film que hace reír a toda madre y que al final provoca una inevitable explosión emocional y sentimental, al que le sigue un llanto con chorro de moco en la playera. Una película que flota entre tus pensamientos y emociones hasta, en algunos casos, varios días después.

Clint Eastwood es un hombre verdadera y enteramente inteligente. En el sentido más esplendido, más humano, más sensible de la palabra, en su único sentido.

jueves, marzo 26, 2009

Bestialidades III

R. G. salió del tren suburbano, ese que abre las puertas del vagón con sólo apretar un botón, y caminó por el andén hacia la salida de la estación Cuatitlán. Ah, pero antes de subir al tren en la estación Buenavista, estaba en el Chopo: buscaba la serie completa de María la del barrio, obra de culto por su alto nivel artístico e intelectual. Buscó en todos los puestos, pero en todos y cada uno de los locales improvisados le dijeron que ya se les había terminado, no obstante le ofrecían cosas superficiales y vulgares como Fitzgeraldo de un tal Igmar Bergman, nombre que le repitieron detenidamente y varias veces a petición de R. G., porque si fuera por la vendedora, no le hubiera dicho nada: tenía cara de qué hueva con este pendejo o algo por el estilo.
R. G. se fue desilusionado del Chopo y se encaminó al tren para regresar a su casa. Dentro del vagón, se sentó junto a la ventana y, para su sorpresa, bajo el asiento de enfrente, encontró la serie que buscaba, olvidada por algún ángel, pensó R. G.. Estaba rebozando felicidad por cada poro de su cuerpo. Así llegó a Cuautitlán y se dirigía a la salida de la estación cuando lo detuvo la famosa pandilla de porristas de Cuautitlán Izcalli. R. G. se quedó quieto mientras veía cómo lo rodeaban, las miraba desde el rabillo del ojo. Soltó una bolsa donde tenía la serie de María la del barrio. Estiró los dedos y empuñó las manos, listo para defenderse. Las porristas vestían de rojo con azul, salvo la líder que iba de negro. R. G. tenía empapada la frente y le temblaba el muslo izquierdo. Vio cómo la de negro hizo una indicación con la mirada y las demás atacaron. Fue una pelea brutal, el pobre R. G. no pudo hacer mucho, aunque se defenció como un león, un auténtico héroe. Lo inmovilizaron en menos de media hora. La gente de la estación de trenes se alejaba sin la menor intención de intervenir en semejante injusticia, todos le tenían miedo a las porristas de Izcalli. Tomaron al derrotado, pero magnánimo R. G., de las manos y pies, lo alzaron y colocaron, con ayuda de cuerdas y tubos, como cabrito listo para asar. Él miraba sin poder creer lo que le pasaba, el cómo le quitaban la ropa con sus bocas, lo humillaban, lo violaban, fue una violencia nunca antes vista, y no es que no haya habido tanta, es que R. G. tuvo muy mala suerte. Luego cada una de las porristas le lamía el cuerpo y le embarraba obscenamente sus curvas. La líder del grupo quitó a las demás de su camino con un movimiento de la cara y se quitó los calzones. R. G. sabía que era un crimen atroz el que hacían con él, pero aún así decidió colaborar para que no le fuera peor y se permitió una erección... Finalmente, lo que pasó luego de todo el suceso, es que R. G. llegó a su casa triste, decaído, cansado, flagelado y corrompido. Tenía todavía la bolsa que llevaba, pero con los DVD rotos.

jueves, marzo 12, 2009

Bestialidades II

T. entró al metro junto a mucha gente, la mayoría hombres. Estaba acostumbrada a la agresividad sexual en el subterráneo, en la calle, en todas partes. Pero se enojaba mucho cada vez que recibía un piropo malsano o vulgar, no le gustaba en lo más mínimo. Pensaba que estos hombres, sabía que no todos lo hacían, sufrían de una ignorancia profunda y una represión sexual mocha y absurda en sus hogares, desde su niñez hasta en sus últimos años. Se enojaba, pero no tanto, trataba de entenderlos: no era su culpa ser nacos y estúpidos. El sentimiento de inferioridad, la falta de identidad, la religión, la educación, los medios masivos, la política les imponía esa personalidad, era su único mundo conocido. Inlcuso llegaba a sentir lástima por ellos y con mucho esfuerzo lograba tranquilizarse.
Por otro lado, el papá de T. la llamó puta frecuentemente conforme pasaban los años de su niñez última, su pubertad, su adolescencia y su juventud temprana, hasta que lo mandó a la verga, como solía decir después de dos cervezas o encarrilada en el tema. T. se convenció que cualquier cosa que hiciera con un hombre podría ser juzgado como hecho por una puta. Luego decidió que se llevaría con los hombres como se llevan entre ellos y sin darse cuenta, en la adolescencia, se rodeó con puros amigos. Tomó clases de Sho to kan y Kick boxing. Hablaba como hombre y actuaba como tal. Además de que le encantaba estar cerca de ellos: de repente se cogía, se fajaba, se besaba o, tan sólo, coqueteaba con alguno. Superó la violencia medieval profesada por su padre.
T. entró al vagón y, empujada por los de atrás, terminó en las puertas de enfrente. Por suerte no quedó apachurrada, pero sí estaba pegada a un tipo desagradable. T. sintió la mala onda del tipo, le dio desconfianza su cercanía y sus movimientos. Se alejaba de él y éste se acercaba. Le dijo que no se acerque, que qué le pasaba. El tipo se enojó, le dijo "ay, ni que estuvieras tan buena" y se pasó una mochila, la tenía a la espalda, para adelante y así no tocarla. T. quedó frente a frente con el tipo, sólo los dividía la mochila. Ninguno de los dos podía moverse por tanta gente que había en el vagón. De repente, T. sintió un dedo que le rascó la vagina. Tenía una falda larga y de tela ligera que el tipo levantó con facilidad y rapidez. Le tocó con fuerza el entrelabiado, se enganchó como anzuelo en el pez. Se dio cuenta que era el mismo hombre, había pasado su mano por debajo de la mochila. T. casi se desmaya de la impresión tan desagradable e indigninante, pero tomó fuerza, miró con rabia al tipo y, con furia en los ojos, le dio un puñetazo en el pecho, casi le detuvo el latido del corazón. Cuando se recuperó el psicópata, el criminal, para colmo, empezó a decirle de cosas: "pinche vieja loca. No te hice nada, ni que estuvieras tan buena." Y mientras el tipo decía sus cosas, T. se asustó porque nadie hacía nada, el vagón se encontraba lleno y nadie hizo nada, ni miraban la escena. El tren llegó a al estación y T. salió con fuerza sin antes golpear otra vez al violador y asesino en potencia.

viernes, marzo 06, 2009

Bestialidades I

G. salió de un café en Coyoacán. Cruzó la plaza con su fuente en medio. Vestía con una falda verde olivo y una blusa blanca para no sentir tanto calor. Salió contenta del café, se le veía alegre, como si hubiera recibido la noticia de una chamba. G. tenía facciones amables y era una mujer guapa. Llegó a la esquina donde hay un local que vende paletas y helados. Se detuvo y miró su reloj. Pareció recordar algo y aceleró el paso. Cruzó la calle que divide las dos plazas y pidió un taxi. Paró un tsuru y ella se subió. Avanzaron dos cuadras y el chofer volteó la cabeza para decirle algo. Ella se puso pálida, nerviosa y temerosa. El chofer se estacionó en esa misma calle donde pasaba la gente. Adelante y atrás del taxi pararon dos autos. Del primero salió un tipo y entró al taxi, a la parte de atrás, y violó a G. Terminó y regresó al auto. Del segundo bajó otro tipo que entró al taxi e hizo lo mismo. Finalmente, el taxista se pasó a la parte de atrás para alzarle la falda, abrirle las piernas manchadas de sangre. G. gritaba desde el primer criminal que tuvo encima, pero la gente que pasaba sólo miraba por la ventanilla y al notar algo perturbador retiraba la mirada de inmediato y aceleraba el paso. Había un policía en cada esquina que, al parecer, no habían notado nada. G. gritaba con desesperación cuando el taxista la penetraba. Varias veces recibió una cachetada, seguramente para silenciarla y para que cooperara. El primer tipo le había mostrado una pistola, se la había metido en la boca y la sacaba para mostrarle el otro auto y al chofer. El taxista se pasó frente al volante. El auto que estaba atrás se emparejó al taxi y bajó otro tipo, uno que no había participado, y le abrió la puerta, algo le dijo, y con una pistola le indicó que se fuera. G. estaba con la mirada perdida, despeinada, con la falda sucia y lastimada de la cara. La gente se alejaba de ella. Los autos criminales desaparecieron de la calle. G. trató de hablar con un policía pero no logró comunicarse con él, entre los nervios, el shock, etc. se le dificultó mucho poder explicar lo que pasó. Retuvo su bolsa con ella, por suerte, y sacó de ella un celular. Habló por teléfono y alguien fue a buscarla.

lunes, marzo 02, 2009

martes, febrero 24, 2009

¿Escritor? ¿Para qué?

Ser escritor es como ser alcohólico, es un suicidio lento y tortuoso.

Aquí dejo un enlace que podría aclarar varios asuntos de la carrera del escritor. Enlace.

martes, febrero 10, 2009

Tres asuntos en uno

¿Saben lo que es ciento diez pesos de fruta? Son dos kilos de manzana, dos melones de sabrina, una papaya de niurka, un par de toronjas de Charlize Theron y otro par de toronjas, pero de Christine Ricci, medio kilo de fresas del mal, dos kilos de mandarinas y un kilo de plátano para subir el potasio.
Esto lo conseguí en el tianguis de la Escandón. En el súper o en el mercado que sea los precios pueden subir un poco o un mucho.
Pero, a todo esto, lo importante es que después del tianguis, donde me chuté una plática entre una señora estúpida y un verdulero, la cuál también iba dirigida a mí indirectamente porque me volteaban a ver mientras yo me hacía pendejo mensajeando en mi celular. La señora, una mujer horrible con ganas, mencionó que su abuelo o su padre era español. Información que nadie le pidió y que no venía al caso, además de mencionar que lo prieto es feo. Dos detalles, dos formas de ser, dos actitudes que crean consecuencias negativas en el autoestima del mexicano. Casi le doy un zape a la vieja urraca sin personalidad, además que no se le dormía la lengua y equiparaba la atencion del verdulero que no me atendía.
Pero, ya, ahora, sí, después del tianguis, regresaba a mi casa tranquilamente por la banqueta cuando me dio un escalofrío ñañaroso en el pecho. Comencé a sentir dificultades para respirar. Las paredes de mi nariz se raspaban con partículas polvosas y afiladas. La atmósfera me olía mal, a gases tóxicos, a suciedad, a excremento, a metal y a vidrio. Yo jalaba mi bolsa de tela con ruedas o mi carrito de tianguis que acrecentó tres veces su peso. La causa de este remolino de sensaciones venía de frente hacía mí. Conforme se acercaba yo no lo podía creer, me imaginé a toda la ciudad con la misma ayuda dentro de no poco tiempo. Por fortuna se acabó cuando nos cruzamos, yo me fui de largo sin voltear para atrás y el señor que venía con un tanque de oxígeno, igual que si fuera su perrito, pero en vez de correa, era una manguera delgada y transparente que no terminaba en la mano, llegaba a la barbilla y se dividía en dos para luego perderse en los hoyos de la nariz, también se siguió de largo.

martes, febrero 03, 2009

Sensaciones extrañas en el cine

Vi dos películas en el cine Lido. Ahora el cine es atendido por una compañía llamada Arthouse y pone películas que son selección oficial de Berlín, etc. Antes de que empiece cada película, ponen anuncios donde informan a las únicas dos o cuatro personas que ocupan la sala. Rico, ¿no? Una sala vacía para ti. Bueno, pero se anuncian películas de directores famosos e importantes y de películas escogidas por los festivales internacionales que están en DVD. Y son unos anuncios horribles, son tan feos que parecen invitarte a comprar un DVD pirata de películas tontas.
De las dos pelis que vi, me gustó una que era inglesa y que mi cuata Emma la describe muy bien. La otra no, una tailandesa, fuchi, me pareció que la hicieron unos dieciochoañeros rudos pero sin poder ocultar su ñoñez.
Lo muy bueno de ver aquellas películas es que la entrada me costó veinticinco pesos. Yo fui con mi chamaca bien divis divis, pero se puede ir muy bien solo, aunque recomiendo que uno o una vaya acompañado de su sexo favorito porque si son los únicos que están en la sala, esa ausencia de gente invita a que haya algo, pues, ya saben, caldoso y suave o carnoso y duro para que luego, pues, ya saben también, una buena cogida llena de adrenalina por el miedo de saberse sorprendido en cualquier momento por gente extraña.

miércoles, enero 28, 2009

Pues sí, un poco de acción.

Como es de notarse, ya no me ha interesado mucho dejar posts, asunto que a nadie le importa y muy poquitos lo habrán notado, pero de todas formas lo menciono junto con una, quizá, buena nueva, sobretodo para esos muy poquitos, que es la intención de postear más cositas que no sean dedos verdes.
A seguirle, aunque la mayoría de los mexicanos hagan de nuestro país un lugar tan chafa, tan lacra, tan etc.
Nos leeremos pronto.