sábado, agosto 30, 2008

Honorablemente II

------------------------------Enredo insignificante---------------------------------

¿Qué pasó, cómo estás? Bien, y tú. Pues bien, pero creo que estaríamos mejor si pudiéramos conseguir que alguien nos zafe, o hacerlo de alguna otra manera, de estas sogas en las que estamos enredados. Sí, yo creo lo mismo porque fíjate que las veces pasadas que tuve que zafarme por la misma razón, si no lo hubiera hecho rápido, pues creo que me habría muerto de asfixia, de sed y de hambre y de todo. Sí, te creo. Mira, voy a morder la soga de esta parte y luego nos vamos turnando para, oye, pero cómo te zafaste las veces anteriores. Pues sí, eso te iba a decir, pero tenías un brillo en los ojos por la idea que se te ocurrió que me dio mucha compasión interrumpirte, además ya sabía que tú sólo te interrumpirías para preguntarme cómo me zafé las veces anteriores. Sí, bueno. ¿Cómo le hacemos? Pues, fíjate que si te mueves como viborita te vas resbalando hasta llegar abajo. Así como lo estoy haciendo ahora. ¿Viste? Sí. ¡Órale! Lo logré. Claro. ¡Qué lista! Bueno, oye, gracias por todo. Sin ti me hubiera quedado ahí hasta morirme como lo que habías dicho. Sí, hombre, de nada. A mí me gustó mucho ayudarte. Espero que puedas pasar algún día por mi casa para platicar y hasta quizá ver una película. No, gracias, no es para tanto. Simplemente quería agradecerte, gracias. Que estés bien. Adiós.

viernes, agosto 22, 2008

Honorablemente

A la literatura francesa de los años diez, veinte, treinta y cuarenta del siglo XX, así como a Huidobro, a Cortázar y a Vicens.


-----------------(titulitis)---------Luna de sangre-----------(titulitis)--------------

A las tres de la mañana del día seis del mes siete de este “very beautiful year”, así le gustaba decir a la víctima, la luna se metía entre las nubes y una navaja rebanaba la piel tersa de Magdalena.
-(sangría)-La luna iluminaba, a las tres y siete de la mañana, una mujer empapada de sangre.
-(sangría)-A las tres y diez de la mañana, me acerqué a la asesina, le arrebaté la navaja y la traje aquí para denunciarla. Sí, la víctima era mi amiga, la quería para casarme. Llegué tarde a la escena del crimen, me sentí muy mal y tendré una mirada afligida para siempre.

viernes, agosto 15, 2008

Limpieza

A ver, conpermiso, sí, gracias por dejarme pasar, no soy aracnofóbica, pero las telarañas no me gustan cuando me rozan la piel de la cara. Sí, mejor váyanse, no pueden ocupar este espacio que parece vacío e inutilizado, vayan a construir otras casitas a otros rincones bonitos, que aquí se le pondrá aceite a todos los tornillos que hagan falta, aunque digan que no los hay, jiji, aajy, dios mío, que buenas bromas me alcanzo. Muevan sus ocho patas peludas, y ustedes también, las de patas lampiñas, venga, eso, un, dos, un, dos. Qué hermosas criaturas, lástima que se tengan que marchar, preciosas. Muy bien. Ni me miren con esos ojos caídos de perro chillón, este espacio no es para construir telarañas, aunque simulara, quizá, a veces, ello, por lo que me han dicho, porque yo, de primera mano, no lo sé, siempre tengo muchísimo trabajo y no tengo mucho tiempo de leer. Debo ayudarle a mi hija que tuvo una bebita hace poco y su marido, bueno, todavía no se casan, pero viven muy juntitos en el otro cuarto de mi lindo departamentito, su casa; su hombre, ni tan hombre, no consigue trabajo o por lo menos eso dice el holgazán. Aajy, no quiero importunarlos con estas cosas de mi vida.
Uy, lindas y maravillosas, gracias por irse arañitas. Bueno, ya está. Ahora a sacudir el polvo, echar líquido limpiavidrios en un trapo y hacer que rechine la pantalla -si se siguiera viendo sucio, es tu pantalla, no esta bitácora, ¿eh?-. Lo más laborioso de todo esto es que debo limpiar cada letrita verde de abajo, qué lata, no es que me queja, es sólo que me duelen un poco las rodillas. Aajy, pobre de mí...
Ya quedó, tan limpio como en su casa. Faltarían unas flores en un jarrón, pero eso ya no es de mi incumbencia. El señor Guka quedará encantado y el señor Goko, según entiendo estará por aquí, también.

Doña Gertrudis